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martes, 30 de agosto de 2011

ROBERTO





     Roberto, el consentido," narciso el bello", diplomático, perspicaz, culto muy poco, apenas la primaria, eso sí muy audaz.  Había logrado introducirse en la sociedad porteña de aquella época del treinta, en la que encumbrarse, era todo un éxito personal, difícil y complicado logro.
Pero... entonces, ¿por qué?.... si era pobre como un ratón, apenas había cursado la primaria, no tenía ningún otro estudio ni miras de realizarlo... ¿qué tenía este hombre?..... masculinidad, belleza y sensualidad plena!...  y sobretodo era audaz, podía meterse en la pileta del club social, así como infiltrarse en una distinguida reunión nocturna.
Trabajaba en una casa de alquiler de ropas de calidad, para hombres y mujeres, estaba encargado de llevar el pedido a domicilio y a veces se tomaba el atrevimiento de sugerir prendas a los clientes.


     Percibal Lacrosse, era un permanente cliente, especializado en adquirir trajes para eventos nocturnos, a los que concurría lloviera o cayera piedras y su lema era, "no abarrotarse de prendas, que pasan de moda rápidamente"... él era de la alta escuela...
Ese fue el trampolín, por donde comenzó a ascender, Roberto.  Siempre estaba presente cuando el joven Percibal, acudía al negocio por una nueva adquisición, algún frac o esmoquin o tal vez un conjunto deportivo para el picnic de beneficencia, según la ocasión así lo requiriera.  No contó con la astucia de Roberto.  El "cándido Percibal", como lo había apodado, era el prototipo del tonto-vivo, pues consciente de la belleza y el porte de Roberto, agregando el éxito con las mujeres, lo consideró el medio, útil, para lograr una conquista que tenía en miras, pues era tan desapercibido en el núcleo femenino, dada su baja estatura y su ansiedad de lograr una pareja estable... él sabía que por si mismo, nada conseguiría.


     Se hicieron amigos y en toda oportunidad, se presentaban juntos.  Todo lo pagaba Percibal, pues para Roberto, era "el tío patilludo", que todo lo compartía con él.
Una mañana recibió una invitación de cumpleaños, de Samanta Lezama Costa y no tardó en presentarse en la casa de alquiler de trajes.  Luego de saludar a su amigo, le pidió, mostrase lo adecuado para la ocasión del sábado por la noche.  Ni lerdo ni perezoso, Roberto, sacó lo mejor para completar el conjunto de saco y pantalón, de impecable corte, fina calidad y color negro, considerando lo adecuado para una cena, completaba el equipo, una camisa de seda blanca y el concebido moñito corbatero.  Le recomendó zapatos de charol abotinados, con puntera blanca y medias de sedas negras.  A Percibal, le encantó la oferta y como agradecimiento, lo invitó a que lo acompañase a la cena.  Aceptó complacido y cuando su amigo se fue, quedando comprometido a llevarle el traje, esa misma tarde, eligió para él, un conjunto diferente: pantalón negro, de fina trama; camisa negra de seda y saco blanco esmoquin, de solapas anchas enrasadas y corbata roja; zapatos de gamuza y una flor en el ojal.


     Samanta había ya recibido a varios invitados.  Lucía un vestido azul francia, ceñido al cuerpo de falda larga, espaldas descubiertas hasta la cintura, con una abertura hacia el costado izquierdo, que desnudaba su pierna, perfectamente torneada y enfundada en medias de seda traídas de parís, hasta el nacimiento del muslo; zapatos guillermina de raso , al tono con el vestido, y un largo collar de perlas, que se enroscaba como serpiente, en dos vueltas sobre el largo y delicado cuello, para finalmente caer por la desnudez de la espalda.
Era una hermosa mujer, de rasgos finos y delicados, de cabellos negro azabache, peinado a "lo cleopatra", como dictaba la moda; una tiara perlada iridiscente le coronaba la frente, resaltando aún más la belleza del rostro.
La espléndida muchacha, descollaba su esplendor, por sobre las demás invitadas a su fiesta, en el club social.
También estaba Silvana, de tul amarillo; Lorenza, de gasa verde; Griselda de seda rosa; Romana; Elisa ... y muchas mas, todas bellas, elegantes y refinadas damas de la alta sociedad porteña.


     Cerca ya, de las once de la noche, hace su entrada Roberto, como si fuese extraído de un figurín de galanes de la época, ingresa atravesando la entrada principal, al comedor, donde ya estaban los invitados ubicados, alrededor de la mesa.  
Todo él era una impostura.  Al verlo, Percibal,se pone de pie y se dirige a su encuentro, con ademanes de regocijo. 
La presentación fue general, saludo formal y ojos atentos, pero su mirada como flecha, se dirigió hacia Samanta, quien levantó sus ojos lánguidos y besó con un parpadeo, los suyos.
Estaba ya, todo dicho, la atracción era mutua y sería fatal o triunfal....
El tiempo tiene su última palabra y la trayectoria a seguir, también ... el cuento, será el destinado en hacérselos saber....
     Percibal, estaba perdidamente enamorado de ella, pero no calculó al sentarlo a la mesa, ya que enloquecido por lucir su nuevo hallazgo, un amigo seductor, los riesgos que corrían sus sentimientos.  Tal es así, ciego, lo colocó justo al lado de ella, para mejor atención; también quería, que se sintiera "como en casa", lo peor, es que Roberto desconocía por completo, las costumbres y elegancias de la alta sociedad, lo cual se presentó como inconveniente, a la entrada del primer plato.  No sabía ubicar los cubiertos adecuados al momento de servirse, ni la copa, entre las cuatro que estaban frente a él, para su uso.
Samanta se dio cuenta de la situación en que estaba este "infiltrado", que se había metido en un lugar y con gente que no eran ni para él, ni como él.  Olvidando por completo a sus invitados, se dedicó por completo a atenderlo y enseñarle, con toda clase y delicadeza.
Le atraía enormemente y no iba a permitir, que su rango social, se interpusiera a su elección y a sus sentimientos.  Ella lo pondría al tanto, no solamente esa noche, sino  en cualquier situación, que los encontrara juntos.


     Percibal, se sentía feliz, había logrado un amigo "leal y bueno", que lo vestía con excelente gusto, en todas las ocasiones.  Era hijo único y con el tiempo, Roberto, se convertiría en un hermano "postizo" ... ¡Pobre tonto! ...solo lograría un fuerte rival, que le arrebataría el amor de su vida, Samanta, por la que había luchado varios años para conseguir su cariño y su atención.
Él, que muy pocas condiciones tenía, como no fuera la posición económica y  el último modelo de la línea ford, en auto, amén del velero del cual, contadas con los dedos de las manos, eran las familias que podían acceder a tener uno de su propiedad.
Vivía en un predio, que abarcaba una manzana parquizada, un chalet californiano, de dos pisos con pileta de natación y cancha de tenis.
Su novato amigo, en cambio, vivía en un barrio apartado, sin más riquezas que una madre y los hermanos mellizos, pero a él, no le importaba la pobreza de su amigo, sabía que , estando presente en los eventos sociales, siempre estaría rodeado de mujeres bellas, ya que consiente era, que solo, no se le acercaban ni las moscas.


     Esa noche, Roberto, charló con Samanta, largo rato, pero nada dio a entender ni entrever, pues si lo hacía, seguro no volvería a poner ni un pie en reunión alguna.  Había presentido que Percibal, amaba a esa mujer, sin esperanza alguna, de manera que si demostraba interés por su amiga, no solo la perdería de vista, sino que también perdería un buen cliente, un lugar en la sociedad y un amigo rico; Volvería a ser el dependiente, el empleaducho, sin ninguna posibilidad de alcanzar lo que más deseaba ... dinero, posición y un honorable, como reluciente matrimonio.
Decidió retirarse un momento, so pretexto de fumar un cigarro.  Minutos después, recorría parte de la casa en busca de un teléfono. Lo encontró en la sala de fumar, sobre una coqueta mesita dorada a la hoja, donde dormía el aparato.  Se acercó y buscó la agenda de socios, con el nombre de la familia y el número que tanto buscaba, cortó atrevidamente una hoja, y escribió el número en ella, lo doblo en cuatro, guardándolo en el bolsillo interior de la chaqueta.
Volvió a la sala de reunión y observó que su lugar estaba ocupado por Percibal; nada dijo y con toda altura, logró otro lugar al lado de Silvana, bella y distinguida dama de sociedad.
La conversación fue larga y entretenida; por otro lado Samanta, demostraba realmente, cuánto le molestaba y pesaba, la presencia de Percibal, pero éste ciego de amor "no quería aflojar la silla"
La noche avanzaba, y ya casi de madrugada, los invitados comenzaron a despedirse y salir. 
Percibal, invitó a su amigo a saludar  y despedirse, pues la llevaría en su auto.
- Ponlo en marcha, que enseguida busco mi abrigo y estoy contigo!
Saludó a los comensales que aún quedaban y al acercarse a Samanta, para estrecharle la mano a modo de despedida, recibió un ligero beso en la boca, que lo dejó perplejo.
Todo me sale a pedir de boca, se dijo, mañana la llamaré a una hora prudente y adecuada.
Roberto, no era invitado por Samanta, sino por medio de una amiga de ella; así concurría a todo evento, ya fuera al club social, al golf club o los partidos de polo de la Martina.  
No se perdía cumpleaños, cenas o bailes y eso lo llevaba a pensar que siempre la encontraría.
     Pasaron varios meses y nada se organizaba, Percibal, se comenzó a desesperar, por que de otra manera ya no la vería y  perdería todo contacto con ella.
Mientras tanto, Roberto y Samanta, salían a todos lados juntos.  Era todo un romance que tiraba para largo. No olvidemos, la astucia que mostró, al cortar de la agencia de socios, el  número telefónico de ella, pasándolo luego a su agenda personal ...pero... lo colocó, en un descuido, en el bolsillo interno de la chaqueta, que devolvía a la mañana siguiente de la fiesta.
Con el pasar de los días llegó Percibal al negocio, como cliente, tenía una cena de carácter patriótico; Roberto, lo atendió con alta estima y fue invitado, viajarían juntos en su auto; el evento, se realizaría en un club de pesca, en la localidad de Carlos Paz,+
 provincia de Córdoba.
- Quiero- le dijo- el conjunto que luciste la otra noche ... ¡es fabuloso!, no le cambies nada, ¡por favor!.
- No te quedará, demasiada holgada la chaqueta? ... ¡Pruébatela primero! ... también pruébate el pantalón, se me hace que el sastre debe levantarle el ruedo; te tomaré las medidas , si me tienes paciencia.  ¡La chaqueta, te queda perfecta!.
Todo se arregló y el paquete, le fue enviado.
Ambos se preparaban, para el viaje a Córdoba; como era feriado nacional, podían partir por la mañana.  El viaje, fue largo, pero llegaron a la hora prevista. 
Roberto, había elegido un smoking negro con solapas enrasadas y zapatos acharolados.... como siempre, era blanco de las miradas femeninas.
¿Qué pasó?... Percibal, en un momento dado de la fiesta, sacó su pitillera de oro para fumar un cigarrillo, del bolsillo interno de la chaqueta, pero junto con ella, cayó el tan mentado papelito; no tardó en levantarlo, pues le llamó la atención, que justamente fuera el saco, que usó Roberto; primero pensó que lo había engañado, llevándole otro, pero al abrirlo, estaba impreso en él, el número de teléfono de Samanta, que tanto conocía.  Con razón- se dijo- no aparecían por ningún lado, ni se los veía en ningún acontecimiento del grupo... entonces, se hablaban y se veían... ¡no cabía ninguna duda!
Muy angustiado se dio cuentas, que estaba más solo que nunca; resultaron ser dos traicioneros, deshonestos, y él ... ¡Un mal amigo!...
Momentos más tarde entraba ella, con unas amigas.  Vestía una soiree de gasa blanca y plumas de cisne... ¡Resplandecía!...  Roberto, más elegante que nunca, siempre lo superaba en el arreglo, y lo hacía sentir disconforme.
Invitó a la joven a bailar, y ella lo acepto de mala gana.
- Samanta,- le dijo- he encontrado tu teléfono, anotado en la agenda de Roberto, no quisiera pensar, que andan juntos....
Calló , lo del papelito, pues ella se daría cuenta, que tenía puesta la misma chaqueta.
- A si? ... ¿Quién se lo dio?
- Tú! -le dijo a boca de jarro-
- No será al revés el asunto?
- No, por que no se lo dí yo!
- Entonces, lo sacó de la mesita de la sala, donde está la agenda de socios...
- Entonces... ¡se ven!
- Noo ... de ninguna manera!!
- Si la sacó, es por que tenía intención de llamarte.
- Si llamó, no lo sé ... nadie me dijo en casa, o ... tal vez no estaba en ese momento...
- No me mientas, Samanta; tú te ves con él, se aman... ¡Dímelo... y me apartaré de ti!
- Y de él, también?
- Tal vez.... solo seré su cliente...
- Esa es una excusa... negocios de ese tipo ... esta regado Buenos Aires...
- Tienes razón...
- Pero, escucha, Perci... tú estas obsesionado, pudo haberlo sacado de una guía telefónica
- Puede ser y terminemos, de una buena vez con esto, me estoy poniendo muy nervioso ...
- Bueno y disculpa.  Por favor acompáñame hasta la mesa y ...hasta mas no verte!
Percibal, se marchó de allí; sería poco formal, pero estaba dotado de un amor propio a toda prueba, a mas de su corazón herido.
Samanta, continuó bailando con Roberto, pero, el estaba inquieto; algo pasaba, ¿por que se fue?.  No le convenía perder ese cliente, en primer lugar; ella no tenía mucha influencia social, para introducirlo en todos los eventos, en cambio, Percibal, no solo le pagaba todo, sino que también se hacía cargo del alquiler de su ropa.  Debía pensarlo mejor!
- Mira Samanta, pensemos en algo mejor, para vernos... por ejemplo, encontrarnos en algún hotel, alejado de la ciudad y de clase media, para no ser vistos por conocido alguno... Como tu tienes auto, pasas a buscarme... ahora es tuya la elección...
- Estas loco?¿Por qué he de ocultarme si estoy libre de compromisos?
- Bueno ... no quería ofenderte, solo que Percibal, nos persigue y nos hace perseguir ... Debemos despistarlo!
- Peor para él!
- Sabes que ocurre, si no va más al negocio? ... El patrón averiguará el motivo y me pondrá de patitas en la calle...
- Ese es otro cantar ... Mira Roberto, a él no le conviene, molestarse por nada, pues nadie, le va a prestar la atención, que tu tienes con él,como lo vistes y lo acompañas ... además es violento ... mal carácter ... cuando se enoja, nadie lo tolera y ... ¡menos yo!.  Si te despiden, mala suerte!, te buscas otro empleo y listo, tienes experiencia en lo que haces, audacia, tienes muy buena presencia y además ... no te será difícil conseguirlo... Buenos Aires, tiene muchas casas que se dedican a la moda.  A ese tipo de persona, como Percibal, soverbias, por su posición social y económica, hay que hacerles ver, que nadie está dispuesto a tolerar sus atropellos! ... Además, ¿por qué nos vamos a privar de nuestros encuentros?... ¿Solo por él? no lo consiento, ni tú tampoco debes!.  No estoy obligada a su persona, ni siquiera era mi prometido! ... solo un amigo con aires de pretendiente, que se sabía un buen partido, y con eso jugaba!.  Quiero que cerremos definitivamente ésto, y actuemos en plena libertad ... ¿Estás de acuerdo?
- Si, totalmente!
Roberto, sabía que iba a cometer un grave error, ésta mujer no estaba en sus planes por el momento, ni en su vida; no la amaba, solo era un trampolín que usaba, para ascender hasta llegar a un muy conveniente matrimonio, que asegurara, para siempre su futuro.
En cambio, ella, estaba perdidamente enamorada de él, se creía correspondida y a su vez, usaba a Percibal, para acceder a las reuniones sociales,de las que no era invitada particularmente, y hacerse de un grupo de una élite, aún más alta de la que provenía                       
                                  
Roberto, en el transcurso de su vida, llegó a  convivir, con una mujer madura, sino bella, muy interesante.  Se había acercado al negocio, para alquilar un traje de madrina, con el motivo del casamiento, de su hijo mayor.  Comenzó, con una conversación sin importancia, que culminó , en largas charlas, con ella.
Samanta, notaba algo anormal en la actitud de Roberto, entre ellas, "falladas", sin justificación ni aviso, que la llevaron a seguirle los pasos, lo que terminó transformándose en una persecución.  No pudo dar con el objeto de su preocupación, tampoco a perdonar cuanta "perrada" le hacía.  Sabía que estaba cayendo bajo, pero no podía evitarlo ... hasta que el odio, pudo más que el amor...


     Una tarde, fue a visitarla, para despedirse; sacó de su maletín, un escrito que llevaba la firma de una empresa muy importante, cuyo propietario, era el marido de aquella mujer, Luisa María de Saavedra Gonzalez, lo enviaban de inmediato a Chile para hacerse cargo de su puesto; regir la dirección de un negocio.
- Vas solo Roberto? - le dijo ya, fuera de sí-
- Si; voy solo!... si quieres mas datos, ya tengo el alojamiento, donde estaré!
Así fue, como se despidieron, con un frío apretón de manos .. tan frío como la indiferencia que sentía por ella.


     Días después, Samanta, se presentó en la empresa y solicitó hablar con el señor Saavedra, como amiga de su esposa; dio su nombre y todo dato, con el mayor descaro.   Fue recibida, en el despacho del empresario, quien, abocado a su trabajo,dejó todo de lado, para atenderla. La saludó con gentileza y le pidió tomara asiento.
- Qué es lo que necesita, señora?
- Hablar con usted!
- La escucho, entonces!
- Ese hombre... Roberto... su nuevo empleado, pronto a viajar, según me informó... ¡Me abandonó, por su esposa, Luisa María!
El hombre empalideció, y con la voz temblorosa y casi quebrada, preguntó atónito:- y...¿cómo lo sabe usted?-
Sacó de su bolsita de mano, un sobre, que inmediatamente puso sobre el escritorio.
- Allí está la prueba, señor!
El tomó el sobre y no necesitó nada más, para darse cuenta, que era verdad; el encabezamiento de la misma, se lo estaba comprobando.
- Cómo la tiene, usted, en su poder?
- El día que fue a mi casa, me mostró el telegrama de nombramiento, pero vi cuando se le caía algo al suelo, con disimulo, lo recogí y lo guardé en el bolsillo de mi chaquetilla ... presentía que era una carta de amor... por eso no se la di!
- Bien, señora y gracias.  Yo arreglaré esto!


     Cuando Roberto iba ya, a embarcarse en el tren del oeste, se enfrentó con Saavedra; le entregó la carta en mano, diciéndole,- Explíqueme ésto! De manera, que planeaban encontrarse en Chile? Usted,  a partir de este momento, no pertenece mas a la empresa! - y levantando el tono de su voz, agregó- ¡ Váyase! ... antes de que me arrepienta y no lo deje duro de un tiro!
Ya de regreso a su hogar, el hombre, con su rostro congestionado por la furia, le dijo a su mujer: - Toma tus cosas, y vete! ...lejos de mi vida...lejos! ... yo me quedaré aquí,... no quiero verte nunca mas, ni que me des explicación alguna!... vete ya!
Cerro sus ojos y le dio la espalda, solo sintió cuando ella sollozando cerraba por ultima vez, la puerta.




NOTA: SI BUSCAS EL PODER  QUE DA EL DINERO, O QUE  OTORGA , NO BUSQUES EL AMOR ... ¡POR QUE NO SON GEMELOS!
El ambicioso Roberto, siguió por el resto de su vida, siendo la "rata", que siempre había sido.


                                                                            Norma Ángela Michelli




sábado, 20 de agosto de 2011

EL CONVENTILLO

BUENOS AIRES - BARRIO LA BOCA-




Hacia el fondo del terreno, diez piezas de mala muerte enfrentándose a otras diez recién pintadas; baño único para todos; para alquilar, aviso publicado en la sección venta y alquileres de propiedades.
Beba andaba en busca de algo humilde, pues no contaba con mayores recursos económicos, cantaba tango en un bar mediocre y la había abandonado su pareja, después de una convivencia de seis años.
Alguien la puso en el camino del conventillo y allí fue a parar con su bolsito, pues la casa no era de ella, ni lo que había dentro.
Había tenido suerte en aquel entonces,suerte de conocer un hombre bien encumbrado, que se enredó con ella por esas cosas de la vida, pero que después de unos años de convivencia, conoció y se casó, con una señorita de sociedad , para luego expulsarla ....a  ella... a la Beba...¡ y de su casita!.
Cien pesos por mes por la pieza*, solo con acceso al baño, pero si usaba la cocina , ciento cincuenta.
El propietario, la condujo a la única que quedaba libre, en el fondo y a la derecha.  Pagó y con recibo en mano, entró; demás está decir que más de una cabeza, se asomó para curiosear y cuchichear*.
- Che*, Tita!
- Que?
- Y...¿ésta?
- ¿Cuál?
- La rubia, que llegó recién... ¿No la viste?
- Mm-mm.... me parece que va a haber bronca!*.... y pronto...
- Por qué?
- Por que parece brava, la mina* y bastante linda...che!
 Qué?
- No es la que canta en el bar "La copita"?
- Creo que si! ...¡Tiene pinta de tanguera, la loca!
- Tenemos que cuidar, al Chuchi, no se nos vaya a  ir de boca ... por ésta!
- No te aflijas, Minina, no se va animar.... ya vas a ver!
- Será cosa de armar lío, si sucede!
"La Tita", era empleada doméstica, petiza, cabello largo, muy boca suelta* y pendenciera.
"La Minina", trabajaba en un cabaret*, era levanta punto* profesional, una pelirroja  incendiaria, como una fogata.
En la pensión, también había, dos parejas honestas de distintas edades; Lucía, que era modista y Carmen, portera de una escuela para adultos.
Los únicos varones solteros, eran "el Chuchi" y Pablo, un jovencito cartero.
El Chuchi, era vago de profesión, cafisho* y vividor, comía y vestía de las habilidades con las mujeres  y en particular con  las dos conventilleras.
"La Beba", se había dado cuenta que no le caía bien a éstas dos, por lo que decidió encerrarse en su pieza y solo salir para hacer las compras, utilizar el baño, y de noche ir a su trabajo en el bar.
El Chuchi, ya le había tirado el lente* y como era cantante, supuso que ganaría más, por eso comenzó a hacer cuentas y a poner en práctica su habilidades amorosas.
Inició su plan, saliendo  a la mañana de compras, no la vio ; luego a barrer la veredita de su pieza, ¡tampoco!;  a la tarde sentarse a la puerta a hojear una revista, ¡menos!... pero un día se enteró por la Tita, que cantaba dos veces por semana, martes y jueves, en el "Bar La Copita", como reemplazante.
Un anochecer, la vieron salir toda de lamé dorado, muy escotada, pollerita a la rodilla y sandalias negra, de tacos altos. Era muy rubia, teñida, e iba camino al bar.
El Chuchi, también la vio, pero para no armar lío y que las otras lo vieran, se emperifolló* bien,  con un clavel en el ojal del saco y bufanda de seda blanca y enfiló* a hurtadillas, para el bar


   Primero echó una ojeada* desde la puerta, al rato entró y se ubicó en una mesita, que estaba arrinconada, junto a la ventana del bar. 
El mozo al verlo se acercó y le dijo:
- Qué se va a servir, señor?
- Ahora no, espero a alguien... luego lo llamaré
- Muy bien, señor, será como diga!
¡La vio por fin!.  Salió a cantar, tomó el micrófono de mano y comenzó con "Grisel"*, entonces llamó al mozo, pidió un vaso de vino, sacó una libretita del bolsillo y escribió, "Si me permite, la invito a mi mesa. - Armando";  llamó al mozo y le pidió le entregara la notita a la cantante.
Como estaba corto de guita*, pensó que Beba, pagaría la consumisión y le daría algunos pesos, esa misma noche.  Esperó por un largo rato y cuando se percató que la damisela, no venía, se encaminó a la calle con el pensamiento de que le habían rechazado la invitación.
¡La vio! Caminaba presurosa, hacia la pensión. La siguió y al alcanzarla, la saludó pidiéndole permiso para acompañarla.
- Vea Doñita... yo voy al mismo lugar y pensé que podría caminar con usted!  Es peligroso que ande sola por estos lugares y a estas horas de la noche....
- Siempre lo hago, es mi trabajo.... es más .... ¡nunca me ha pasado nada!... Ademas... Mire joven, viviremos en el mismo lugar, pero no en la misma pieza!... ¡Le ruego, me deje en paz!
- Lo haré cuando lleguemos al conventillo, luego cada uno a su pieza... ¿De acuerdo?.
Al llegar cada uno enfiló* para su cuarto.
El Chuchi, era canchero*, por eso no se amargó, ni se achicó, por el rechazo. La Tita y la Minina, sospechando que venían del mismo lugar, se quedaron despiertas y levantadas, para verlos llegar.
- ¡Qué te dije, Tita! ...¡ A ésta, le va a ir mal!
- ¡ Seguro! ... ¡Le buscaremos bronca, hasta que se largue!
- Lo peor, es que el tipo* está emperrado* con ella!
- ¿Vos decís, Tita, que está encachilado*?
- ¡Seguroooo!
- Pues bien, mañana cuando abra la puerta, se dará cuenta que tiene que rajar* de acá! ... sino, le voy a hacer bolsa*, la mini de lamé!
Efectivamente, al día siguiente, cerca de las diez de la mañana, salia la Beba, para hacer sus compras del día y al abrir la puerta, un basural inmundo, le impedía el paso.  No dijo nada, sacó una escoba y trató de barrer la basura, aunque fuera , solo para salir.  Apenas lo consiguió, partió silenciosamente.
Al regresar a su pieza, comprobó que, una estaba en el trabajo y la otra dormía.  Dejó el bolso con sus compras sobre la mesa, tomó la escoba y arrojando el basural, contra las puertas de sus vecinas, dejó su vereda limpita!


Pasaron los días, y el Chuchi, ni las buscaba, ni les pedía plata.  Había conseguido, un trabajo honesto, en una empresa de limpieza y desinfección.  La Tita y la Minina, parecían un volcán en erupción. Como él llegaba tarde, muy tarde , cerraba la puerta de la pieza con llave y aunque se mataran golpeando, no les abría.
Un domingo, trataron de romperle la puerta, porque el intento de forzar la cerradura, les fracasó.  Con un hacha, comenzaron a destruirla, pero la modista, dio aviso a la policía y las dos, pasaron una semana en la capacha*
Esto no llegaba a su fin, sería un mes, amen de pagar daños y perjuicios, más las amenazas del dueño, de echarlas a la calle.


   Todo estaba en calma.   Beba iba y venía, tranquila de su trabajo y a veces, lo recibía, al Chuchi, a cenar con ella, pero ... como amigo.  
El llevaba el postre, para compartir, y con mucho sacrificio.  Se estaba enamorando por primera vez, honradamente y sin ningún interés, como no fuera ... casarse. ¡Estaba necesitando, un hogar!
Pasó una semana, y las "nenas buenitas", salieron en libertad y peor que antes.
La Tita, perdió el trabajo, por faltadora y mala conducta.  Lloró mucho, en la pieza de la Minina, pero luego y más calmada, trató de vengarse del Chuchi y junto con la Minina, le hicieron propinar una zurra bárbara, con unos maleantes amigos, y mantenidos de las dos, que hicieron el trabajo y pago.


Cuando  la ambulancia, lo trajo a la pieza, medio muerto, no se lo podía reconocer, pero la Beba, intercedió para que lo internaran, pagando los gastos ella.
La policía, comenzó la investigación, a raíz de un documento hallado en el lugar del hecho, que, al no pertenecer al golpeado, indefectiblemente pertenecía a uno de los golpeadores.
Los cazaron en sus guaridas y fueron a parar a la cárcel, por intento de homicidio.
La Tita y la otra, se sosegaron, un poco por miedo y decidieron hacer las cosas, por cuenta propia y silenciosamente.  Una mañana  de domingo, fueron al hospital, a visitar al Chuchi,con un ramo de flores y una revista de historietas.  El director del hospital, no les permitió la entrada, por ser conocidas como mecheras*, prostitutas, y amigas de los vagos* presos, a más , ya habían salido en los diarios locales.
Habían planeado arrancarle  la sonda del suero, aparte de otras que tenía colocadas. Ya a estas alturas, y erosionadas de la rabia, lo que todo les fracasaba, arremetieron contra la Beba.
- ¡Che, Tita!
- Qué querés, Minina?
- Si le quemamos el vestido de lamé?
- ¡Estás loca!
- ¿Por qué?
- Por que no puede ser!... ¡Es muy difícil!...
- ¡No lo creo!... Lo que pasa, es que vos, tenes miedo de que te lleven a la sombra*, otra vez!
Fijate, si será fácil! ... Le decimos que fuimos a visitar al Chuchi y a pedirle perdón.... Le decimos, que el Chuchi, quiere verla!
- Y ... ¿con eso, qué?
- Esperamos que salga y entramos a robarle el vestido!
- Mirá, si nos va a creer, la otra!
- ¿Por qué no?... Le diremos que queremos ser amigas y cenar en su pieza, que no se moleste que llevamos todo, nosotras!
- Bueno... probemos... así te dejás de inflar*!


   Una noche, en que la Beba, no salió a cantar en el bar, se fueron a visitarla, llevando empanadas y postre.
Primero, se sorprendió al verlas, pero se mostraron tan cariñosas con ella, que les abrió la puerta y  aceptó la cena. No obstante, permaneció recelosa.
Puso la mesa con lo necesario, mientras sus visitantes, no le perdían pisada y curioseaban por todos lados, buscando la mini de lamé.  Ella se dio cuenta de la maniobra y se divertía a lo grande, pues, el vestuario, pertenecía al stock del bar y allí estaba el vestido.
Se sentaron a cenar, con la esperanza, de poderlo sacar en algún momento.
La Minina, llevaba un arma en su cartera, para intimidarla, llegado el caso.
Beba, había comprado una gaseosa, la llevó a la cocina y le agregó, cuatro pastillas para dormir. Lo primero que hizo, la Tita, fue servir en los vasos la bebida, haciéndose la atenta.
Comenzó la cena y las empanadas, fueron engullidas , por las dos, como si nunca hubiesen comido.  El estómago cargado, las llevó a saciar la sed, tomándose toda la botella.  En menos de una hora, dormían como angelitos.
Beba, aprovechó para arrastrarlas hacia la puerta, las dejó fuera y cerró con doble llave.
Al otro día, la Tita, ya muy empobrecida, decidió dejar las cosas un poco más tranquilas por un tiempo y se abocó a buscar conchabo*.  La emplearon en una casa de familia, solo por dos horas y tres veces por semana. Ganaba poco y sobre todas las cosas, sin el Chuchi, se aburrían de lo lindo!


   Después de un mes de internación, le dieron el alta.  Lo vieron llegar en un taxi, acompañado de la Beba. Entraron rápido y sin mirar a la pieza, cerrando la puerta con doble llave.
- Tiene que acostarse, Armando!... ¡Usted, está muy débil!  ¡Le prepararé una suculenta sopita, y se la va a tomar todita!
- Beba, coma conmigo!... ¿ quiere? ... ¡No me deje solo!...Mire que estoy muy flojo, y éstas, se la van a querer cobrar!
- No se preocupe! Estaré siempre, y no se van a animar a nada, por que la señora modista, me dijo que su esposo, va a montar guardia en la puerta y avisará a la policía, cualquier movimiento sospechoso.  Ella le hará de comer, cuando yo salga y se quedará a limpiar su pieza y a comer con usted.  Se han dado cuenta, que es un buen hombre, Armando y lo van a ayudar a casarse.
- Entonces.... ¿Me quiere, Beba?
- Si, por supuesto!.... sino, no estaría aquí!.... Pero ahora, coma y a dormir!
- Y, usted?.... Dónde?
- Voy a buscar mi catre y mi colchón... Me quedaré, hasta que esté bien!
- Luego, nos casaremos... ¿Verdad Beba?
- Claro! pero ahora, quédese tranquilo!


El Chuchi, lo charló*, al marido de la modista y consiguió, se mudaran  a la pieza de la Beba y ella a la de ellos, luego hablo con el dueño de la pensión, para abrir una puerta intermedia, entre las dos piezas.  Pagó los gastos y así se hizo, total que por trescientos pesos, tenían baño y cocina, un pequeño hogar.
Se casaron, muy discretamente, en silencio... ¡La Beba estaba embarazada!
La modista, le obsequió un vestidito cosido por ella, muy sencillo.
Pero... las dos tías, no se quedaron con esa..... Habían jurado, que la Beba sonaría y así fue.


Una mañana que salía para hacer las compras, como lo hacía habitualmente, pasando por el frente de la pieza de la Tita, súbitamente se abre la puerta y una pierna se interpone a su paso, haciéndola caer de bruces, sobre los ladrillos desparejo del veredón.  El golpe fue muy fuerte, herida y sangrando, fue llevada al hospital, donde se hizo lo posible para salvar las dos vidas, pero, ella tenía la columna quebrada y el niñito murió.


El Chuchi, se había convertido en un zombie, lleno de odio.
Colocaron en el ataúd a la madre y a su pequeño, nonato, en los brazos.  Pronto el cortejo, partió para el cementerio, con los buenos vecinos y los empleados del bar.  Las dos locas, se acoplaron al desfile fúnebre, junto con distintas personas que se iban agregando y el cura párroco que los casó.  El chuchi, se comportó como un hombre dolorido, mas no resignado.  La Tita y la Minina, se le acercaron para saludarlo y darle sus condolencias. Con la mirada llena de odio, aceptó, pues no había prueba alguna del hecho, que las involucrara, nadie vio nada y no pudo juzgarselas.


Un día que el Chuchi se entero, que estaban las dos comiendo juntas, abrió la puerta de la pieza de la Minina, de un tremendo puntapié, con un arma en la mano y disparó con saña  dejándolas sentadas como dos marionetas, sobre un gran charco de sangre. Luego, con un último disparo, como de gracia, les abrió la cabeza, mientras entre dientes repetía:-  ¡Ya no  tendrán, con que, urdir maldades!... La vida, para mí, concluyó!... ni la cárcel ni la muerte, me asustan....
Salió de la pieza y del conventillo como un loco y comenzó a divagar sin sentido, caminando sin rumbo fijo, con el arma caliente aún, en su mano.
Ya nada había para el Chuchi, ni allí, ni en ningún lado...


                                                                    NORMA ÁNGELA MICHELLI


VOCABULARIO


BRONCA: rabia
MINA: mujer
CHE: argentinismo, por referirse a "vos"
BOCA SUELTA: hablador, poco confiable.
LEVANTA PUNTO: prostituta
CABARET: centro nocturno de espectáculos y coperas.
CAFISHO:gigoló, vividor.
TIRADO EL LENTE: marcado, puesto en miras.
EMPERIFOLLÓ:  se vistió muy arreglado.
OJEADA: vistazo
GUITA: dinero
GRISEL: canción famosa de tango
CAPACHA: cárcel
ENFILÓ:fue
CANCHERO: que tiene dominada la situación
TIPO: en este caso se refiere a un hombre.
EMPERRADO: encaprichado
ENCACHILADO : enamorado
RAJAR: huir
HACER BOLSA: romper, destrozar.
MECHERAS: ladronas
VAGOS: referido a malandrines, cirujas
A LA SOMBRA: preso
DEJAR DE INFLAR:  dejar de molestar.
CONCHAVO: TRABAJO
LO CHARLÓ: lo convenció de algo.                                                               




                                                                           

































sábado, 13 de agosto de 2011

NO ME HABLES DE AMOR



 HOMENAJE A MI HERMANA LIDA VIRGINIA (COCA) Y A SU AMADO CAPITÁN DE AERONÁUTICA, HUMBERTO GUILLERMO CÁCERES, MUERTO TRÁGICAMENTE EN UN ACCIDENTE AÉREO EN COPINA, PROVINCIA DE CÓRDOBA.


INSPIRADA EN LOS MUCHACHOS DEL AEROCLUB DE CAMINO A  J.  IGNACIO DÍAZ:
CACHO REGIDOR ; LALO FLORES ; R. SEISDEDOS ; Y OTROS ...
 LIDA VIRGINIA MICHELLI PRIMER PREMIO DE ATERRIZAJE -1950 -




CÓRDOBA, ARGENTINA -1960


¡RING!  ¡RING!  ¡RING!
- Silvana, hija, por favor atiende el teléfono! ... Tengo las manos mojadas ...
- Voy mamá!
- Hable!
Sus ojos se abrieron grandes al escuchar estas palabras.
- Silvana al habla?
- Si ... ella misma
- Amor!  ¡Mi frenético amor!  ¿Cómo estas?
- Pero ... ¿Quién habla? ... ¿Quién es usted?
Por toda respuesta se escuchó el sonido al colgar del otro lado del teléfono.


- Quién era, hija?
- Nadie mamá!  Solo un equivocado!
- Bueno ... perdona entonces.  Te hice perder el tiempo al atender.
- Pero ...  quien será el vivo?  Justo en el peor momento!  Precisamente cuando iba a repetir lo de química ... hum mm ... la parte más difícil y ahora sí que me perdí.  ¡Si será imprudente!  Se ve que nada tiene por hacer   Que dichoso!.


Silvana,  dieciocho años, estudiante de medicina de la facultad.  Morena, alta, espigada, de rutilante figura, atraía soberanamente la atención  de cuanto hombre se cruzaba en su camino, ya fueran jóvenes o maduros.
De rostro aceitunado, muy sugestivo por sus rasgados ojos azules, azul de mar, coronados de largas y sedosas pestañas negra.
Seria, responsable, realizaba varias actividades a la vez.  Por la mañana frecuentaba un gimnasio, por la tarde asistía a la escuela de lenguas, donde estudiaba francés e inglés, por la noche la facultad.  Tan contados eran sus minutos, que hasta una llamada equivocada podía alterar sus planes


Corría el mes de julio de 1960.  Lunes por la mañana, a las ocho horas, sentada ante una mesa, desayunaba su técon tostadas, jugo de frutas que bien podía ser de limón, naranja, pomelo o tomate.
- Me voy mamá ... es tarde.
- Llevas todo el equipaje, hija?
- Todo!  No te preocupes...
RING ...RING...RING...
- Atiende mamá! ... Me voy , ya es tarde!
- Silvana, es para ti... No te vayas...
Se vuelve,ya a punto de abrir la puerta de calle.
- Hola... ¿Quién habla? ¡Rápido por favor, que estoy a punto de perder mi colectivo!
-Te amo Silvi!...tu lo sabes... hasta morir!
- Sabe? usted me tiene harta!
Volvió a escuchar el sonido del timbre al cortar.
- Grandísimo imbécil!!!
Salió de prisa y abordó el colectivo, en el trayecto pensaba estar muy decidida a no atender más el teléfono.
- Le diré a mamá que se ocupe de eso... hablaré con ella. Solo cuando sepa quien me habla, atenderé... Pero quien será?. Comenzaré por observar a todos los hombres que me rodean. Me concentraré en el timbre de voz y cuando lo descubra, lo denunciaré para que le retiren el teléfono.


- Buenos días Simón!
- Buenos días Silvina! ¿Cómo está hoy?
- Bien y tu?
- Mejor por que te veo!
No será este el que me habla?... intentaré llamarlo por un teléfono público... seguro reconoceré esa voz, si es él. 


Ya sobre la hora de salida, se bañó, saludó al profesor Simón Gorriti, y se perdió en la calle. Entró en una cabina telefónica, marcó el número del gimnasio y esperó. Sabía que en ese momento estaba cómodamente sentado en su escritorio, acomodando los papeles.
- Pronto, ¿Simón al habla?
- El mismo!...¿Quién habla?
- Yo... Silvina.
- ¡Qué pasa Silvi?
(Me dijo Silvi... ¿no será él?.) -Nada, no pasa nada, solo que perdí el monedero. Fíjate si no esta alli!... tal vez en los vestidores...
- No encontré nada. Ya estuve ordenando. Mañana buscaré mejor, antes de que lleguen las alumnas.
- Bien, gracias. Hasta mañana entonces.
No es la misma voz.-pensaba- Aquella es más grave y más dulce, mas persuasiva... no, definitivamente Simón no es el que llama!


RING... RING... RING...
Mamá no está!, que inconveniente, no hay nadie que atienda... si es él le mandaré a pasear!
- Hable!
- Silvina?
- Que quiere?... no ve que estoy ocupada?
- no. Acá no veo nada, el tubo no me permite ver...Qué contrariedad, verdad?
- Si, por supuesto...fantasma!
- Quiero amarte de los pies a la cabeza, amor de mi vida!
- Usted es un molesto, farsante, impúdico y grosero!
¡que raro no colgó! escucho el descargo...¿QUIÉN SERÁ?. No, ahora no puedo pensar en nada...tengo que pasar primero por el colegio a buscar el analítico, luego a la escuela de lenguas y después a la facultad...no puedo detenerme a pensar en estas estupideces!


Sentada en el colectivo, durante el viaje,miraba por la ventanilla sin mirar. Su mente no se apartaba de esa voz, melodiosa, sensual, grave y seductora... ¡Quien sera!...¿Hablará en serio, o solo será una broma fuera de lugar?  De cualquier manera, nada se puede hacer para evitarlo... Ah... ya se!... Papá puede hacer intervenir el teléfono y así lo pesco.  




- Silvina...Silvina!...Estas sorda? ¿Que te sucede?...Hoy estas distraída. Voy a darte otra oportunidad, ya que eres tan buena alumna! -dijo la profesora de lenguas- pero antes tendrás que decirme, que te sucede.
- Profesora Melaine... no me sucede nada personalmente, pero... verá es que recibo a diario, en distintas horas, llamadas muy sugestivas que me hablan de amor.
- No me digas! ¿No sabes quien es?
- No. No puedo descubrirlo...
-Pero es fácil! Con intervenir el teléfono...listo!

- Es que no quiero hacerlo por ahora. esperaré un tiempo más. Tal vez se aplaque y desista.
- ¿No será que  te estas alimentado de esas llamadas?...¡Ojo, pueden ser peligrosas!
- Pero por qué?
- Pues, por que terminan siendo imprescindibles,mas aún cuando se está sola como tú. ¡Cuidado, eh?
- No entiendo... no veo por que he de cuidarme
- Yo si me entiendo.Puede que provengan de un hombre casado, y ahí está el peligro!
- Y si es casado...¿Cuál es el problema?...aún así, esto no lo había pensado...De cualquier manera se cansará y no molestará más!
- Puede ser. pero tú, no descuides tus estudios!






RING...RING...RING...


- Con quién desea hablar?
- Es usted tía?
- Si. Quién está al habla?
- Javier, tía. Su sobrino del alma.
- Oh Javiercito, tanto tiempo hijo...¿Que te pasa que estás tan perdido?
- Es verdad tía. Es que estoy tan ocupado...pero le prometo que voy hacerme de un tiempo para visitarla. Ahora deme con Silvi, por favor...
- Así lo espero! Está bien! Que secretos tendrás con ella... Pícaro!
- Nada tía!... solo quería llevarla al club, esta tarde. Es el festival de vuelos de los alumnos del último curso y deseaba invitarla. ¿No quiere venir usted también?
- No, mi amor, gracias. Ve con ella nomas. Cuídala mucho, te la recomiendo... Bueno... hasta pronto hijo!
- Silvina!...Silvina!..Javier al teléfono!
- Gracias mamá!
-Hola, loco!... ¿Como estás?
-Bien Silvi, quería invitarte al festival del aeroclub...
- Pero es que tengo academia hoy!
- Déjala para mañana. Te busco a las tres...¿De acuerdo?
- No puedo. Son regulares las clases
- Tómate el día.....¡Por favor!
- Bueno. Luego tú me arreglarás el lío, eh? Te espero entonces!


Esa voz...que parecida...No y no! Estoy divagando ya!. Voy a volverme loca!... Qué va a ser Javier! si es de los mas serios, y ahora que será médico...menos! Nunca se prestaría para reírse de mi, menos faltar el respeto en casa"! No voy a buscar mas, sino esto se convertirá en una gran adivinanza...




- Les presento a mi prima, Silvina Ramallo. Estudiante de medicina, futura profesora de idiomas -dos por lo menos, hasta lo que yo sé- Inglés y Francés, alumna de yoga, etc, etc...
¿Qué les parece, muchachos?
- Que es un bocho*, tu primita!..Que otra cosa, Javier!
Orlando Peña se levantó, y extendiendo la mano en señal de saludo, agregó:-Me agradaría ser su amigo, Silvina.
- Ya lo eres!
- Bueno...Comencemos por volar juntos. Ya termino mi curso...sé más que estos audaces novatos!
- Mire Orlando, vine para volar con Javier, de lo contrario no dejaba mis múltiples ocupaciones... No se ofenda...
- Nooo, por favor!...Al contrario, podemos ir al cine mañana!
- De acuerdo, acepto.Función de las 17 horas, ¿puede ser?
- La busco o nos encontramos?
- Nos encontramos en la puerta del cine.
- Bien. Usted dirá cual, entonces. En el Palace, están dando"Angustia de mi querer", con Williams Holden. Es buenísima Silvina, ya la ví.
- Entonces no. Cambiemos de cine... para mí es lo mismo...
- De acuerdo. Cual entonces...
- En el General Paz, dan un estreno, "Tres monedas en la fuente".
- Ah, si! algo oí sobre esa película. Creo que la premiaron con el Oscar
- Bueno allí lo espero!




- ¿Quieres pasar Javier?
- No es tarde ya?
- No. Tomaremos un café y listo.
- Está bien, después me iré, no sea que la tía me "suelte los perros"* antes...
- Nada de eso. Siéntate por favor!..necesito tu consejo...
- Ya! a "buen monte vas por leña"*
- Por eso mismo, por que se que eres buen monte.
- Bien, si en algo te puedo servir, o serte útil... adelante entonces!
 -Mira Javier,-le dijo al tiempo que le alcanzaba una humeante taza de café- hace tiempo recibo frecuentes llamadas anónimas, de un hombre de voz seductora y grave, que siempre me habla de amor...
- Qué mas quieres?
- Pero es que yo no puedo y no debo escucharlo pues me hace perder el tiempo,que para mí es oro... Que me dices?
- Que para el amor también! Querida primita, a los sesenta y por ser generoso en la apreciación, el amor no existe, casi por decirte una edad clave, y si existe ya está muy calculado y pensado y ya no es amor, por lo menos el auténtico, el que como jóvenes podemos vivirlo en alma, piel, y sueños. Este viene cargado de fracasos, desilusiones, pérdidas y dolencias que te hacen perder la fe en todo y en todos, por eso a veces es bueno escucharlos, para recordar que uno está vivo y es joven... Se pueden hacer las dos cosas...amar y estudiar, si tienes capacidad de orden.
- Es verdad, pero algún día querrá conocerme y ser algo más. Yo no puedo dedicarme al amor, soy muy joven todavía. Vamos a ser concretos, con el tiempo me pedirá una realidad, luego vendrán los miedos al embarazo o al casamiento de apuro, y un sin fin de inconvenientes más...también le tengo miedo al abandono!
- Para mí, Silvina, el embarazo es un privilegio de Dios para la mujer y no un inconveniente.
- Para mí no. No lo acepto todavía!
- Eso es otra cosa. Existen muchos medios de prevención, para eso. Dejemos las conjeturas de lado ... En que te puedo ayudar?
- En pescarlo! Tu eres hombre y tienes más oportunidades que yo.
- Lo intentaré, te lo prometo.  




Dos de la madrugada...


RING...RING...RING...


Silvina media dormida toma el tubo, se lo acerca a los labios y con voz suave y adormilada murmura.-Hola!. 
Del otro lado de la línea responden: -Que be bita mas tierna, quisiera acunarte y sentir tu cuerpito tibio junto al mío!!!...Dormir abrazaditos los dos!!!...
- PA...- iba a decir payaso, pero se quedó dormida con el tubo colgado de su mano.




Antes de partir para el gimnasio le hizo una llamada a su primo Javier, a quien encontró por segundos, ya que salía camino a la oficina.
- Hola Javier.
- Si, quien habla!
- Silvina.
- Ah... Hola Silvina, como estas. Me has telefoneado a muy mala hora chiquita, se me hace tarde y perderé el colectivo
- Dos palabras primo...Dos palabras, nada más.
- Pues dilas entonces.
- Me volvió a llamar a la madrugada...
- A que hora exactamente?
- A las dos de la mañana... No te parece demasiada audacia?
- Para el que ama, cualquier hora es la adecuada.
- Mira Javier... no te contaré nada más. Tú lo defiendes!
- Mira Silvi... no lo defiendo, pero a lo mejor está muy enamorado y no puede estar sin ti a ninguna hora.
- Tu crees?
- Si lo creo. Pero a propósito, que te dijo?
- Que quiere amarme...
- Que pícaro! Nada te pide... ¡el cuerpo!. Tu que le respondiste?
- No lo recuerdo por que me quedé dormida. Lo que ocurre es que no tengo tiempos para pavadas, de lo contrario le seguiría el ritmo.
- Cuidado!!... puedes caer en una trampa Silvina. No puedo seguir hablando. Se me hace tarde y debo estar a hora en la oficina.
- Chau...perdona y gracias!
- Chau, chau.


Silvana colgó preocupada. -Javier se burla de mi. Esto es serio y está empezando a obsesionarme- Dejó de lado sus cavilaciones y se vistió para ir al gimnasio.
Estaba apunto de salir cuando el timbre del teléfono dejó oir su característico -Ring, Ring. Quedó inmóvil junto a la puerta. -Que hago? ¡Atiendo! Y si atiendo y es él?.... Si no lo hago y es una emergencia?
Por fin se decidió y se volvió hasta la salita donde estaba el objeto de su desvelar.
- Hable!
- Silvina?
- Si, ella al habla!
- Mi amor... Buenos días. Con el saludo matinal, va el beso de quien te ama más que a su vida!
Escucho en silenciosin colgar. Le gustava, legustaban muchos esos elogios. También del otro lado hubo silencio.
- Buenos días! -se animó a decir y estaba por hablar mas, pero sintió el timbre al colgar del otro lado y ella también lo hizo despacito.




Parada en la cola del micro, esperaba su turno para subir. Delante y detrás suyo había por lo menos cuatro hombres de distintas edades. Todos la miraba, era relativamente muy bonita, no cabía duda y ella lo sabía. Su atractivo era insospechado, pero le gustaba tanto estar tan ocupada, rindiendo las horas de su vida, que a veces se olvidaba de ser coqueta.
Almorzó medido como era su costumbre,no fuese aumentar de peso. Haría una breve siesta, antes de partir para la academia.
Recostada en su cama, esperaba, ya eran las dos y veinte de la tarde y no había señales de una segunda llamada. Se había acostumbrado tanto, que le resultaba imprescindible como el baño que tomaba diariamente, sin el quedaba molesta e inquieta.
Cerca de las cinco, comenzó a vestirse para la clase de ingles. Tenía evaluación semanal y su mente solo estaba pendiente del timbre del teléfono. ¡Pero como!... ¿No era que no le importaba, que solo pesaban sus obligaciones?... No podía ser, que le diera prioridad a una llamada de quien sabe quien, con graves riesgos en lo sucesivo, como ser: un hombre casado, con hijos tal vez.... pero hoy por hoy, con la existencia del divorcio, podría realmente ser un problema?...
cuestión de conciencia...
Podría ser también un "vejete"*separado, viudo o en el peor de los casos, pobre y sin recursos.


- Silvana, hija, son casi las cinco y aún no has tomado el té!...¡Que esperas para hacerlo!
- Ya bajo mamá, estaba haciendo tiempo.
- Tiempo, para qué hija?
- Pero mamá, tiempo para ir a la academia!
- Bueno. Creo que de tanto  hacer tiempo, al final llegarás tarde.
- Que fastidiosas se ponen las madres, a veces!
Su dominio mental era tal, que al realizar la evaluación de inglés, los temas aparecían nítidos como en una pantalla de televisión.


Al salir de clases, se encontró en el pasillo, con la profesora de inglés y francés, Melaine Duffant.
- OH! Silvina, que gusto. Como están tus cosas?
- Muy bien profesora.
- Y... tu amor telefónico?
- Como siempre, solo que le resto importancia.
- Haces bien. Tal vez si le haces caso, te distraiga demasiado de tus obligaciones. Sigue insistiendo?
- No, hoy no llamó en todo el día.
- Qué extraño!... pero cuidado, puede ser una estrategia para atraerte!
- Ya lo pensé, pero tengo cierto dominio sobre mí. No tendrá suerte!
- Yo no estaría tan segura. Mira que el corazón es independiente y nadie hasta ahora, pudo jamás manejarlo.
- No lo tomo como egocentrismo, pero a mí no me va a ocurrir eso!
- No te confíes mucho Silvina, recuerda el dicho popular que reza así: "Hasta la hacienda baguala, cae al jagüel con la seca"*...






Noviembre, comienza el calor y el camino al verano con aroma a vacaciones.
Una hermosa mañana de sol, suena el teléfono de la casa de los Ramallo.


RING...RING...RING...


- Hable!
- Silvina?
- No-o, habla su mamá...De parte de quien?
- De un amigo.
- De que amigo! si no me dice quien es usted, cuelgo!
- Bueno Señora...perdone...soy compañero de Javier, del aeroclub. Me llamo Orlando Peña.
- Un momento por favor.
- Atienda...espero.


-Orlando, como estás!
-Bien, bien! ¿Y tú?
-Regio!
- Me alegro. Sabes por que te llamo?
- Me lo imagino.
- A ver... ¿Que te imaginas?
- El baile de fin de año del aeroclub.
- Eco!* ¿Irás?
- Si, creo que si.
- Con quien irás?
- Con mi primo y su familia.
- Me parece estupendo. Entonces, está todo dicho... nos vemos allá. ¿De acuerdo?
- Nos vemos, Orlando. Hasta mañana!


- Quédate quieta! Si te sigues moviendo, irás hecha un trapo arrugado...
- Está bien, mamá.
- Lista. Puedes telefonear si quieres.
Antes de salir para la cena baile, en el salón del aeroclub, Silvana recibió la tan ansiada llamada.


RING....RING...RING...


- Silvi!
- Si. ¿Quién habla?
- Estaré en el baile. Búscame... te amo!
- No me hables más de amor... fantasma..que ya me derrito!
- Ah, si? Entonces te comeré a besos, antes.... mi chiquita!
- Como sabré quien eres?
- He ahí, el detalle!... Tu corazón será tu revelación!

- Colgó!- dijo por lo bajo- Ya se me fue el deseo de ir al baile... pero mi familia, ya va en camino...no, no puedo hacer ésto!


Las luces se encendían hasta en el mas recóndito lugar del salón. La muchachada, había trabajado la noche anterior, hasta las tres de la madrugada de ese sábado.
Las parejas bailaban al compás de la música de moda, otros cenaban disfrutando los exquisitos platos que se servían, Silvina disfrutaba la noche sentada al lado de su primo, elegantemente ataviado.
-No por que sea mi primo,-se decía- voy a negar que es hermoso!
Recorría con la vista, disimuladamente, buscando la voz del teléfono.¿Será éste?... Será aquel?... Trataba de no escuchar a su corazón, por miedo a una verdad casi fantástica.
De pronto, el guapo de Orlando, se puso de pie para dirigirse a la mesa de Silvina, e invitarla a bailar. javier captando la intención,en segundos, adelantándose la invitó primero.
El muchacho enrojeció de ira, y en lugar de regresar a su mesa, salió a la calle para no provocar un desagradable incidente.
- Qué se creerá, este? ¿Por que es el primo, ella es de su propiedad?... Mañana en el club a esto,  lo arreglaremos a como de lugar.
Mientras tanto Silvina, en los brazos de Javier se sintió segura y en paz.
De pronto él dijo:- No recibes más llamadas?
- Si, acabo de recibir una antes de salir.
- Qué te dijo?
- Que estaría aquí esta noche.
- Aquí!!! ... Haciendo?... 
- Que se yo!!
Se puso a reír divertido provocando,en Silvina, mucho fastidio al punto que le reprochó: -En vez de ayudarme, te burlas de mí!-
- Pero Silvi ... es verdad...
- No me digas Silvi! Me haces acordar al otro que también lo dice...
Javier la apretó contra sí muy suavemente al tiempo que le susurraba.- ¡Primita!...¡Primita! ¿Qué perfume usas?
- Jugo de pelones, estúpido!.-Le respondió bruscamente, al tiempo que se soltaba para volver a la mesa.
- No te enojes! -Alcanzó a oír, pero ya estaba lejos.


Sentada a la mesa mientras sorbía un trago de champagne,pensaba: -Esa voz...grave, sensual... no, no, no!...Silvi, déjate de pavadas, te estás volviendo loca!.. No vez como se reía de ti y de tu fantasma?




-Señores! Señores!  Busquen en la base del reverso de su plato de postre, el número tres que es el premiado!
Palideció. Apenas lo veía, se le había nublado la vista de la emoción. Ella tenía el tres y estaba premiado con un Ford Falcon cero kilómetro.
Se levantó como una sonámbula cuando comenzaron los abrazos y besos de felicitación y de pronto se encontró entre los brazos de Javier, que la hacía girar como un trompo.
El se encargó de hacerle todos los trámites correspondientes. Al día siguiente, ambos fueron a retirarlo. Era rojo como un corazón ardiente, un corazón al rojo vivo, latiendo.


En su cama la madrugada del domingo, con los brazos cruzados bajo la nuca, Silvana pensaba: - Javier me ha presentado a su mejor amigo, Tristan Fabricio ... ¿No será el de las llamadas?- Pero su tipo no se prestaba para esa voz ni esas palabras de amor tan profundas... Sin embargo le había dicho que allí estaría!


RING... RING... RING...


Cuatro y media, que imprudencia! Si en lugar de atender ella, lo hicieran sus padres? En ese momento se escuchó la voz de su madre que le decía: -Hija... es para ti...sube la palanca y atiende por favor!
- Eres tu Silvina?
- Le parece prudente llamar a estas horas?
- Quién te manda a retirarte temprano del baile?
- Yo soy dueña de hacer lo que me plazca!
- No lo dudo... Que cerca te tuve! ... ¡Como me latía el corazón!....¡Por un instante ...  fuiste mía!
- Pero... ¿Quién eres?
- Algún día lo sabrás!
- Orlando?... Tristán? ... Elaterio?...Jorge? ... Dino?...Rolando?... Quién eres? por favor!
- A la flauta! ... ¡Que tienes amigos, Silvi! ... No, no, no son esos!
- Deja de decirme Silvi! Me llamo Silvina! Si no eres ninguno de mis amigos, entonces no tienen sentido estas llamadas!
- Si tú así lo quieres ... así será! No es tiempo todavía!
- Mira fantasma, soy una mujer muy ocupada y no dispongo de tiempo para perder y si tú no me dices quien eres... entonces... no me hables más de amor , ni de nada... ¿Entendido?
- Entendido..-y colgó-










- Hija!¿Qué te pasa?
- Nada mamá! ... solo que ayer no me fue bien en la academia.
- Que raro... a ti que siempre te va bien...
- Si, pero no se que me está pasando... me estoy equivocando mucho...
- Hum mm... yo sé que te pasa!... Mira hija... siempre quise tener una niña como tu, pero creo, me saliste extremadamente aplicada y a tal punto que descuidas tu arreglo personal. Yo te felicito y estoy muy contenta de que estudies mucho, pero no al extremo de descuidarte así. ¿Por qué no sacas un turno semanal en la peluquería?
- No tengo tiempo para pavadas!
- Hazlo, hija... es importante!
- Ya veré mamá... ya veré...
- Haz de un tiempo... Esos arreglos horrorosos... los vaqueros... ¿Qué clase de pantalones son esos?
- Son muy prácticos mamá.
- Y MUY MASCULINOS TAMBIÉN!...no vas a discutirme que son pocos femeninos...
- Se usan mucho y eso es importante... Mire mamá, lo usan las chicas y las viejas también!... A respecto de lo que me pide,solo será los fines de semana y cuando salga... también depende a donde...




Comenzaron a pasar los días y las llamadas no se producían. Silvina muy atareada comenzó a preocuparse. Quería restarle importancia yendo de aquí para allá, estudiando, sacando datos, evaluando, pero el teléfono, permanecía mudo y era su mayor inquietud. No se estaría enamorando de ese hombre a través de su voz?


RING...RING...RING...
- ¿Atiendes tu?
- Si, mamá!
Últimamente no dejaba que nadie levantara el tubo, siempre estaba cerca merodeando por allí.
- Hola!
- Si... ¿Quién habla?
- Silvina,al tubo...
- Oh, Silvi!... ¡Qué suerte!... Soy yo, Javier.
- ¡Que desilusión!
- ¿Cómo dijiste?
- Nada... no dije nada!
- Juro que escuché tu voz. Dijiste algo así como de la ilusión...
- Estás loco, Javierillo!
 No me digas así! ... Es poco romántico!
- Viste?... es feo! Entonces, no me digas Silvi!
- Estoy bien Silvina, ¿y tú?
- De pronto, mas o menos.
- Por qué?
- ¿Sabes que no llama más?
- ¿Te preocupa eso?
- Bueno... me había acostumbrado! Además, nunca sabré quien es!
- Ya llamará! No te aflijas, trata de inquietarte para despertar tu interés.
- Lo crees, Javier?
- No tengo la menor duda!
- Entonces espero... ¿Qué opinas tú?
- Espera, si así lo deseas, pero sin ponerte ansiosa.
- Que no sea en vano, entonces.
- Bueno, creo que eso depende de tí y de tus respuestas.
- Tu, pareces estar muy al tanto y seguro. Ni que supieses quién es!
- Nada de eso, prima...
- ¿Para qué llamaste?
- El sábado, hay un concurso de vuelo por la mañana con cena y baile por la noche, en el aeroclub. Entregan las credenciales a los pilotos y el título-diploma... ¿Irás?... El domingo, es el vuelo final!
- Aclárame primero que hay el sábado.
- Cena y baile. Acrobacia festiva y paracaidismo por la mañana.
- Y el domingo?
- El vuelo final y entrega del título de piloto civil!
- Si. Claro que voy a ir!
- Iremos, querrás decir!
- ¿En el Falcon?
- En el Falcon, primita!
- Si me llevas, iré!
- Dalo por hecho, entonces! El viernes a la noche, voy a buscar el auto para acondicionarlo. ¿De acuerdo?
- Siiii.... De acuerdo!
- Chau, nos veremos.
- Chau... chau....




RING....RING....RING...


- Hola!
- ¿Quién habla?
- Con quién desea hablar?
- Con Silvina ... ¿Estaría?
- De parte de quién?
- De un admirador, señora...
- Un momento...-dijo no muy convencida- Mire, por esta vez la llamo, pero la próxima si no deja su nombre... Aquí no se atienden llamadas anónimas. Esta será la última vez, ¿entiende?
- Si señora.... ¡gracias!


- Oye hija, no me gusta que te llamen desconocidos...
- Qué dices, mamá?... yo no tengo ningún desconocido!
- Y entonces, éste quién es que no quiso dar el nombre?
- Le hubieras colgado!
- No, eso es mala educación como lo es hacer esperar!¡Anda rápido!
- Hola!...¡Hable!
- Silvi?
- Si
- Mi amor!...¡Te amo....te amo.... te amo! Voy a tenerte toda la noche en mis brazos!- colgó el tubo sin esperar respuesta-
- Bravucón!... Éste no es otro que Orlando, pero con él de seguro que no bailaré!




¡ Espléndida!- dijo Tristan al verla
- Gracias, Tris....
Silvana, había escuchado a su madre y en la peluquería le habían recogido el cabello, en un hermoso peinado de fiesta. Lucía una minifalda drapeada, de gasa roja y sandalias al tono.
- Bailamos, hermosura?
- Bailamos.
 Desde el otro lado del salón, Javier los miraba.
- Parece que le va bien a mi amigo... Mas vale!- murmuró entre dientes-
- Estás cómoda, silvina?
- Si, tristán... mucho
- Conmigo?
- Si, contigo.
Pero esa voz aflautada, poco formal y nada romántica no había de convencer a ninguna mujer, y menos a ella.-A mí me daña el oído- pensaba entre los brazos  del joven rubio- Además no me siento en los brazos de un hombre seductor...¡No es seductor!- Tristan no lo era, pero Orlando tampoco... Si no estaba en la fiesta, que raro...¿QUIÉN SERÍA?
De pronto su primo la arrebató de los brazos de su amigo.
- Puedo? ¡Ahora me toca a mi!
Tristan palideció.- Agradece que no soy pendenciero, sino, a estas horas tendrías la cara rota!   Granuja!
Silvana, sumamente incómoda se disculpó en nombre de su primo, totalmente ruborizada.
- No te preocupes, linda... tu no tienes la culpa. La grosería es de éste torpe, que se toma atribuciones que al parecer van más allá de lo familiar...
Javier, enrojeció de ira. Iba a responder el agravio, pero ella lo alejó del lugar diciendo: -No vale la pena, me gustan más tus brazos....- Y sintió el abrazo de él ceñirle el talle al extremo de no dejarla respirar.
- Me haces daño!
- Perdón. ¡Que torpe soy!
No podía casi hablar, por que su corazón latía enloquecidamente. Es la mejor elocuencia, es tan independiente el corazón, que a nadie rinde cuentas y menos a ella que cree dominarlo todo!!
 Sintió la mejilla de Javier acercarse a la suya y sin querer, sus manos se encontraron entrelazadas, en una transmisión de común placer.
- ¡CHIQUITA!- le dijo Javier
- Qué te pasa primito?
Se dio cuenta que había ido muy lejos y reaccionando, respondió
- Nada, que me va a pasar! ...
- Por qué me dices chiquita?
- No puedo hacerlo?... acaso el del teléfono si?
- Por que él está enamorado y tú no!
- Enamorándote, querrás decir...
- No seas grosero, Javier! Mira que te dejo plantado en la mitad del baile
- Es la verdad. No me hablas de otra cosa que no sea, el llamado telefónico!
- No... no lo había notado... ¿Lo dices en serio?
- Totalmente en serio. A propósito, dime... ¿volvió a llamar?
- Si, una vez y nada más.
- Se ama en la vida. -dijo Javier- Ese bolero dice la verdad.... Se puede saber que te dijo?
- Que estaría aquí.
- Cuál será,no? ¿Quieres que lo busquemos?
- Bueno!
- Sabes una cosa, Silvina?... ¿Te gusta Tristan?
- Si, pero no es mi tipo. Demasiado pragmático y frío, además tiene una voz horrible de saltarín de circo!... ¡Nada que ver, con la del teléfono!
- Y... ¿Como es la del teléfono?
- Dulce... grave...sensual... melódica...
- Caramba!¡Cuantas cualidades! No olvides que puede no ser la suya propia...
- Qué quieres decir?
- Que puede hacer hablar a otro, para despistar
- Pero que sentido puede tener! Terminaría, en ese caso, enamorándome de la voz y de su dueño... El perdedor sería él!
- Si, es cierto ... es lógico que ocurriera! Seguiremos buscando... Ahhh... No será Orlando? 
- Nunca!
- Que categórica, nena!
- Pero Javier... si no está en la fiesta!
- ¡Caramba!...no me había dado cuenta...pero no olvides que hay muchos hombres casados, solteros, viudos y separados, que te rodean en todos lados.
- Entonces, inútil buscar... ¡Me volvería loca!
- ¿Por qué no esperas que el desenlace se produzca solo? A propósito, mira como te observa Tristan...
- Con bronca, parece. ¿No?
- Si, así parece! ¿No será él?
- Silvi, que te quiere lo sé de buena fuente, ahora...que sea él... humm, no se!
- También me quiere, Orlando....
- También!
- Hasta que no lo encuentre, nadie tendrá mi amor.
Javier sonrió satisfecho, su primita era un caso genial.




RING...RING...RING...


- Hable!
- Silvina?
- Ella... ¡Hable por favor, tengo prisa!....Pero, hable de una vez por todas!
- Nooo ...¡A mi, no!... o me tratas con dulzura, mi amor, o cuelgo!
- ¡Cuelga, si quieres!
Oyó el timbre al colgar y se le heló la sangre.-¿Cómo pudo hacer esto? ¿Si no volvía a llamar jamás?... pero...¡qué le estaba pasando!... ¿No se estaría enamorando, de este hombre, sin siquiera saber de quien se trata?... podía ser un indeseable, como también , un ser excepcional!
Lo llamaría a Javier para contarle, tan pronto como se fuera su tía Romelia, que estaba de visita.


- Hola, me comunica con Javier, por favor?
- Quién le habla?
- Silvina...¿Quién habla?
- La empleada, señorita Silvina! No hay nadie en casa, salvo el joven, que está durmiendo la siesta!
- ¡Todavía!... Son las 19hs!....¡Despiételo!
- NOO.... ¿Si se enoja?
- Si se enoja?... Pase la llamada a su habitación!
La voz grave, tan conocida, respondía a su llamado.
- ¿Quién habla?
Se le heló la sangre. No podía ser...
- Yo, Javier... Silvina!
- Que Silvina?...ah....oh....perdón, es que aún estoy semidormido!
- Javier, tu eres el que llama a mi casa?
- Por supuesto, cuando tengo necesidad, lo hago...¿POR?
- No te hagas el tonto!... me refiero a la voz misteriosa... ¡es la misma!
- Déjate de hablar pavadas, prima! Casi todos los hombres y algunas mujeres, tienen un timbre ronco en la voz al despertar... es el reposo...¿Cómo estas Silvi?....¿Para qué llamaste?
- Para contarte, lo de la llamada...pero ahora...
- Ahora que todo sigue igual...¡Habla, te escucho!
- Estaba estudiando, cuando sonó el teléfono...
- A si?... ¿Qué te dijo?
- De sobra, lo sabes!
- No me hagas enojar, Silvina!... o me lo dices...o cuelgo!
- ¿Sabes?..... últimamente estás muy prepotente!
- No, no lo sabía! Pasa que no me gustan los absurdos!
Silvina se quedó dubitativa, sin saber que hacer ni decir. No tenía siquiera la certeza para discutir...¡No, no la tenía!


- Y los tíos?
- Salieron al cine.
- Tu no fuiste... ¿Por qué?
- No me gusta mucho el cine... solo si estoy muy bien acompañado!
- Acaso tus padres, no son buena compañía?
- Si, tontita! Me refiero a otra clase de compañía... ¿entiendes?
- Si entiendo...
- Bueno, Silvina, cuenta de una buena vez, que ardo de curiosidad.
- Se volvió a enojar, por que lo atendí apurada!
- Pues, mándalo al diablo entonces, por que se está tomando atribuciones... ¿Sabes?... Se está dando cuenta que le interesas...
- Lo crees?...Deberas?...Pues verá quien soy... lo mandaré de paseo!
- No es suficiente, confúndele el nombre y así se pondrá celoso.
- Que buena idea, primito!... gracias...un beso




- Señorita Ramallo, por favor, pase usted!... Elija un tema sobre estos dos y comience a hablar!
El examen fue mediocre, por no decir malo. Siendo ella, tan buena alumna, ésto era imperdonable!... todo por culpa de esa maldita voz!
Ya había fracasado en francés, en inglés aprobó casi raspando, en yoga no se concentraba. Todo lo que hizo fue inútil, este fue para ella, un pésimo año ... No se merecía vacaciones...no se las tomaría!




- Silvina!... Ven hija, el almuerzo está listo, baja por favor...
- Ya estoy aquí!... gracias mamá
Durante el almuerzo, se inició esta conversación.
- Dime hija- preguntó el padre, que ignoraba lo sucedido- ¿Cómo has terminado el año?
- Regular, papá!
- Desconozco esa palabra... Haber, explícame que quieres decir...
- Qué terminé regular el año, mas bien mal...
- Debes alguna materia?
- Debo rendir ingles y en la academia de gimnasia y en yoga, anduve mal!
- No crees que estudias demasiadas cosas?
- No papá, siempre he respondido.
- Pero hija, eso no quiere decir que estés fatigada física y mentalmente. Debes salir de vacaciones. Roberto y su familia, viajan a Mar del Plata....¿Qué tal si vas con ellos?
- No es mala idea, papá... pero no merezco ese viaje...
- Qué no lo mereces? ¡Nunca te has tomado vacaciones, ni en los mejores momentos de tus estudios!... y... ahora por tan pequeña cosa, dices que no las mereces?....¡Hija!
- Gracias papá, por ser tan comprensivo, pero espera, no seas apresurado por que el sábado es la fiesta del Aeroclub. Cierran la temporada de vuelo hasta marzo y Javier de seguro me invitará al baile y a volar. Te prometo que hablaré con él y arreglaremos el viaje.
- Listo hija, como tú digas.




- Bailamos, primita? Eso sí, te ruego que no hablemos de las llamadas telefónicas... Me están empezando a cansar, ya no se habla de otra cosa contigo...
- No pensaba hacerlo, Javier! Hace días que no llama, además ya me voy de viaje...
- A donde vas, se puede saber?
- A Mar del Plata.
- A Si, que casualidad, nosotros también vamos para allá.
- Bueno que suerte, así no voy sola...
- ¡Estás loca, con los peligros que hay! Usted viene con nosotros...¡Está decidido!
- Qué bueno, Javier, me volvió el alma al cuerpo!
- La determinación es tuya, Silvina?
- No. Papá, es quien me regala el viaje.
- Te premia por terminar mal el año.... ¿no?
- No seas injusto, Javier! Siempre estudié y terminé bien el año...
- Qué es lo que pasa, entonces? ...¡Cuenta!...¡Cuenta!
- Estoy enamorada, primito!
- Pues, que buena noticia!....pero...¿De quién?
- Del muchacho del teléfono. No pienso mas que en él! ... Quiero conocerlo, abrazarlo, besarlo, amarlo con el corazón y el cuerpo...
- Qué suerte!
- Cómo dijiste? ¿Suerte, por qué?
- Te parece poca la suerte del tipo del teléfono? ¡Lograr enamorarte!
- Si, tienes razón! Solo espero que sea como lo soñé...ah...y soltero!
- Yo también te deseo suerte, pero dime... ¿Vendrás a los exámenes de vuelo de mañana?
- Si me llevas, iré!
- De acuerdo, entonces.




Javier, listo ya, asciende a la avioneta de prueba. Silvina lo mira con respeto y admiración, lo ve carretear, luego ascender y perderse en el espacio infinito.
Estaba regresando a su hogar, pues la tarde iba a ser larga y tediosa esperando a los pilotos, cuando un revuelo de gente, le llamó la atención  y decidió volver al club. Todo se nubló de golpe al recibir la noticia por boca de Orlando. La avioneta que piloteaba Javier, se abría desplomado por las inmediaciones debido a una falla mecánica. Su piloto inmediatamente es trasladado al hospital mas cercano, pero fallece en el camino debido  a su estado de gravedad.
Javier, había muerto!...no lo podía creer!... Palideció, su mente en blanco no le permitía reaccionar,las piernas no le respondían y se desplomó en un largo desmayo sin precedentes.




Después de las exequias de Javier, se encerró en su habitación por varios días. El vacío de su vida, era tremendo y no lo entendía. Sus padres, tampoco podían entender este duelo llevado como una viuda,cuando al fin y al cabo, eran primos.
No lograban hacerla reaccionar, solo el tiempo comenzó a ordenarlo todo.
Un día salió sola de su cárcel y abrazando a su madre, le relató todo lo sucedido. Mejoraba lentamente pero sumado al dolor, las llamadas telefónicas dejaron de llegar, haciendo oír solamente su rezongo funerario.
Silvina pensaba que el dueño de esa voz, anónima, podía ser casado o haberse ausentado por un tiempo. ¡Ni ese consuelo tenía ya!
Comenzaron a pasar los días, las semanas,los meses y el teléfono no le trajo más la voz. Terminó creyendo que era Orlando, Tristán o algún otro compañero de Javier, que por dolor, no quisieron seguir con la broma o quizá hubiese sido una apuesta entre muchachos para hacerla caer.




Una noche, de las de tantas tristes noches de su vida, tubo un extraño sueño solo cuando logró dormirse, pues últimamente padecía de largos insomnios, tratados por los médicos.
En el lo veía a Javier caminando entre niebla, con su traje de piloto y con los brazos abiertos. La llamaba, ella corría y corría cada vez más rápido pero cuando iba a caer entre sus brazos, despertó.
Llorando amargamente entre el sopor del sueño, buscaba comprender su significado, pero se sentía muy confundida aún. De pronto recordó las palabras de Javier, cuando le dijo, que al regreso de las vacaciones le daría una sorpresa. Su mente la llevó a la realidad, recordando cada una de sus conversaciones y ese estado amoroso que la envolvía, cuando estaba entre sus brazos.
Llegó a la conclusión que el joven del teléfono, no era otro que su primo y que la había amado apasionadamente.




Pasó el tiempo. 
La vida la llevó por un camino diferente al soñado y terminó casada con un Francés, que se la llevó a su país. Nadie, absolutamente nadie llegó a sospechar tan siquiera, cual era la verdad del teléfono. Solo ella, y su corazón, llevaban gravadas la imagen del primo loco, que la amó más allá de la vida y fue correspondido ,aún sin saberlo ninguno de los dos.






Una brisa suave de primavera, hace bailar sus cabellos... va por un sendero, cargando un enorme ramo de azucenas blancas como sus almas.  Se detiene en la tumba de Javier, la limpia, le cambia el agua de la jardinera y coloca con todo amor, el ramo de flores. Se pone de pié y mirando hacia el cielo dice con voz quebrada, ¡Javier! ¡Javier! ... ¡Háblame como ayer de amor!
Una vez le dijo en vida y mientras danzaba entre sus brazos que, hasta no saber de quien era la voz en el teléfono, nadie más tendría su amor.
Se casó solo por cariño y nada más... ¡Nunca más amó! Nunca más, por que aquel que lo tenía, se lo llevó consigo al mas allá...
                                             
                                       Norma A Michelli