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viernes, 18 de noviembre de 2011

Los hermanos sean unidos




Los hermanos sean unidos.
El barrio es modesto, pero nuevo, de esos cuyas viviendas van en serie, todas iguales,de planes de gobierno.
Su gente vive apacible, tranquilos, bien llevados, todos para uno y uno para todos.
Pero como nada en esta vida es para siempre, llegó una familia agraciada por el sorteo,a ocupar una de ellas.
Doña Marieta vda de Fiorimonte y su hija Anneta de 15 años.
Esta gringa era muy amiga de arrojar agua para lavar todos los días único problema con el vecindario, sobre todo en épocas de sequías.
Muy trabajadora y limpia.
Anneta no estudiaba, porque el dinero no alcanzaba,para esos lujos.

Una mañana se sentaron en dos sillitas, de paja, afuera, en la vereda,termo y mate más el comestible para acompañar, entre uno y otro, dijo la doña¿ sabes Anneta?.
¿Que debo saber mama?.
Tengo ganas de poner un negocito chico,¿que te parece podría ser?.
Un kiosco mama, se vende bien y no cuesta ponerlo.
Que buena idea hija, tu me ayudarás para atenderlo.
¿Bueno, de paso me entretengo?
¿como dijiste?.
Que mirando para afuera a la calle, me distraigo.
¡No me hagas enojar, porqué ya me conocés!
Te fajo con la lonja.... a laburar dirás ¡mala filla!.
¡No si voy a estar de vaga, como se le ocurre!
Mama ¿ de que vamos a vivir?
Así es otra cosa.
La cuestión es que al poco tiempo, el kiosco quedó instalado, en la piecita, cuya ventana da a la calle.
Parada detrás de la ventanilla y bortezando porque de paso tuvo que levantarse temprano, estaba la anneta,no pasaba un alma, total que doña Marieta decidió cuando saliera de compras ofrecer su servicio por todo el barrio.
Comenzó meses después la muy buena racha, porque el kiosco estaba muy bien surtido, había de todo y barato.
Un día de paro nacional, cuando todo estaba cerrado,doña Marieta, también se adhirió, por eso aprovechó para sentarse a descansar y tomar unos matecitos.


Momentos después  apareció un camión cargado de muebles,la mayoría con unos buenos abriles de uso.
Lo conducía un hombre que se suponía era alto, delgado no mal parecido, daba la impresión que era corto de vista, primero porqué llevaba anteojos y otra porqué conducía con la cara casi pegada al parabrisas, la nariz, ....bueno eso si de ser un día lluvioso podría haber limpiado el parabrisas con ella.
Al lado viajaba una mujer más bien baja muy crespa con aros largos  y saludando hasta los perros de la calle.
Pasó frente al kiosco y sacando un brazo lleno de pulseras de colores,saludó con la mano a la Marieta como si hubiesen sido grandes amigas ,de mucho tiempo .
a todo ésto la Marieta y su hija ,que estaban muy aburridas, se pusieron contentas con los nuevos vecinos.
Pero no venían solos dentro del camión cubierto con una lona por la tierra o en su defecto la lluvia,viajaba el hijo mayor y una niñita en su cuna.

Así llegaron los Rodriguez al barrio para ocupar la única casa que quedaba libre.
Como era pequeño se los podía ver desde la ezquina porqué  estaba ubicada  en la misma manzana, total que la Marieta y su hija corrieron a espiar que es lo que traían y cuántos y como eran.
Primero se bajó José, el padre luego la petiza, muy movediza y con unos tacos que bailaban solos,la jota, luego el muchacho, Carmelo trayendo la cunita con la niñita dormida.
¡ José, gritó la gallega ! baja la mesa para poner la cuna encima.
Así se hizo y continuaron con la mudanza pero la Pilarica no se calló y siguió dando órdenes a grito pelado porque era una pizcueta y chismosa .
Fíjate dijo la gringa desde el otro lado, a su hija parecen pobretones, son muebles muy viejos y antiguos.
La Pilarica era tan rápida que pronto el camión quedó vacío y solo en la calle.
Lo último que entraron fué un piano de la época de mari castaña eso si muy cuidado y lustroso .
Al  piano, dijo la Pilarica lo vamos a poner cerca de la ventana que da a la calle, que lovean.
Así se hizo y pronto quedó adornado con un cubrecamas de fina seda y flecos,sobre él un par de castañuelas, que luego fué  el tormento de la barriada, una guitarra flamenca tan bonita que era de todo lo más valioso.
Era de José, quién solía tocar seguidillas en los colmados.

La familia Rodriguez, también deseaban, al ver el barrio nuevo, sospechando que carecía de negocios poner uno por su cuenta, por eso como ella era con lo que más se entendía pusieron una verdulería y frutería.
José no estaba conforme, ya que él y el muchacho, eran quienes tenían que levantarse a las 5 hs para ir al mercado, para abastecerse.
Pasaron varios días discutiendo y peleando, en permanente desacuerdo, hasta que el gallego cedió.
Floreció la verdulería, colmada de todo y para todos los precios, había colocado un cartel que decía: verdulería y frutería El camarón de la Isla.

Después de varios días la Pilarica se dió cuenta que el muchacho,iba mucho al kiosco a comprar cigarrillos, por lo que decidió vender también ese rubro, a fin de evitar que su hijo viera a la Anneta.
A ella, los gringos no eran sus preferidos.
En el kiosco de la Marieta comenzó a escasear la clientela,de los puchos y entró en averiguaciones,hasta que la vecina de al lado,Margarita le informó lo que pasaba con lujos de detalles.
Se apareció un día por la verdulería.
Buenos días doña Marieta gusto verla,¿que desea llevar?.
¡Nada!.
Muy asombrada y sospechando agregó ¿entonces que desea?.
¡Romperte la crisma sporca! y sin más le propinó un squiafo en medio del rostro.
La gallega ni lerda ni perezosa, se acercó al cajón de los tomates podridos y se lo vació sobre la cabeza.
 Entonces huyó despavorida.
El fastidio que se tenían, iba más allá del de los Montesco y los Capuletos.


LLegó el día de la inauguración del nuevo barrio,estaban presentes y ya ubicados el Intendente y demás autoridades del municipio,escuelas centro vecinal y demás personas del barrio.
Comenzó con una misa en acción de gracia,a lo cual siguió el concebido reparto de golosinas,luego un ágape a las autoridades.
Al retirarse éstos,comenzó la verdadera fiesta barrial, un asado, guitarreada, tangos para cantar y bailar.
De pronto, de entre unos telones improvisados apareció la Pilarica, con un vestido a volados rojo traído de su pueblo Español.
Pusieron un disco EL GATO MONTÉS y la gallega le dió al baile, revoleaba los volados de un lado a otro las castañuelas hacián volar hasta las moscas.
otro las castañuelas hacían volar hasta las moscas.
Los famosos zapatos rojos entre piruetas y taconeadas bramaban las baldosas del piso medias desparejas .
Una salva de aplausos le dió fin al baile.
Pero la Marieta muerta de envidia le gritó andá a bailar al mercado gallega esquifosa, patas sucias.
Se bajó como un refusilo del tablado y la lucha fué feroz.
A la Pilarica le quedó solo el corsé del vestido, y a la gringa ni un solo rulo del peinado de la peluquería.
Tuveron que separarlas y enviarlas a sus casas.
Total que el pobre José se quedó sin su seguidilla, que tanto la ensayó, porque no pudo tocar su guitarra flamenca
La Pilarica fué a la policía y la Marieta terminó la noche a la sombra..
Mientras tanto los dos jóvenes lloraban abrazados la gran humillación que sentían.
Decime Anneta, ¿porqué nos odia tanto la Pilarica?dime laverdad.
Porque yo y el Carmelo nos queremos casar y ella no quiere.
¡A si! y vos lo querés .
Si mama y el a mi.
Pués bien, yo voy a armar el casamiento.
¡como mama!.
Ya verás lo voy a invitar al Carmelo a cenar, voy a hacer una torta y en el guindado le voy a poner un gualicho que me preparó la Segismunda,¿sabés quién es?.
La vieja del frente esa que va a misa y es bruja, gana buena plata.
Cuando la tome va a entrar en un calor que se le van a quemar hasta los pantalones y se va a poner loco, vos tenés que ceder a todo lo que te pida,¿ me oíste?
Luego se verá quién gana, ella o yo.
Pasó el día de preparativos en preparativos, llégó la esperada noche ,que las encontró estrenando de los pies a la cabeza.
Pero el novio brilló por su ausencia, toda la noche.
La Anneta lloraba, la gringa tenía una bronca tan grande,que si lo tenía a mano le retorcía el cogote.
Al día siguiente salió a comprar y a desparramar por todo el vecindario, que el Carmelo había violado a su hija y se había fugado.
Armó tal revuelo que los vecinos decidieron indignados ir en delegación a la casa de la Pilarica para arreglar las cosas esa niña  no debía quedar manchada en su moral.

Golpearon la puerta de la casa al otro día a la tarde y la gallega salió y abrió.
¿Deseaban los señores ? el negocio es al lado, pero no es hora de abrir todavía.
Nosotros venimos  a negociar si cabe el término,pero no en la verdulería sino aquí y con Usted.
Pués bien tomen asiento, traeré unas sillas.
Una de ellas,dijo ¡ no se moleste seremos breves, no hace falta.
Entonces ¿ que les hace falta aquí en mi casa? dijo molesta.
A su hijo Carmelo.
El no está viajó al campo regresará mañana, ¿pero porqué lo buscan a él?
Verá señora, en resguardo de la moral del barrio y de nuestros hijos gracias a Dios mediante, no existe ningún violador, como no sea su hijo Carmelo.
Debe Usted procurar ésta solución que urge.
Por las barbas de belsebú,que habrá hecho Carmelo pensaba la Pilarica desesperada.
¿Y que puedo hacer yo? si él no está?
Bueno, le damos una semana, para que todo quede en orden.


La Pilar enloquecida, se puso un abrigo y ni bien partieron, salió directo a lo de la gringa.
Tocó el timbre y Marieta acudió a abrir.
¿qué hace Usted aquí, gallega maldita, pecaminosa, igual que su hijo?
Aquí me quedaré hasta que Usted arregle lo de mi hijo, él no está, pero mañana, iremos a denunciar ésta calumnia y si es necesario llegaremos hasta la justicia.
La gringa sin  más la tomó de un brazo, y la sacó a la calle, le cerró la puerta en la nariz.
Al otro día la Pilar no abrió la verdulería,porqué estaba moralmente destruída.
LLegó su hijo y lo primero que hizo es increparlo.
¿porqué te metiste con esa gringa ordinaria?.
Porqué la amo madre.
Y por eso la embarazaste.
¿que dice no embromé a nadie ¿que le pasa?.
Todo el barrio chusmea y comenta que la embarazaste, pero ésto lo vamos a arreglar con tu padre así de clarito.
Carmelo, no la había tocado porque esa noche, no acudió ala cena, por no oír a su madre cuya lengua  era más sonoras que las castañuelas que hacía sonar día y noche En el fondo de su alma, tanto Carmelo como Anneta se sentían felices, porque sabían que ésta gresca terminaría en boda.¡ que te pasa mujer, porqué te das tantas vueltas en la cama, no duermes ni dejas dormir, parece que te picaran las pulgas.
Es que no puedo creer lo que hizo mi hijo.
¡Vamos! son jóvenes y no son los primeros ni los únicos, la chica es trabajadora y buena hija.
¡Pero y la madre ! esa gringa tana, ¿qué tal ?
Pero Pilar, si no es con la madre es con la hija la boda.
¡Qué boda ni no boda! nolo consentiré.
Escucha mujer yo no voy ni a la policía, ni al juzgado¿está claro? si lo hizo, es porque Tú lo tienes atormentado, es su única salida y la aprovechó, no te queda otra que hacerlos casar.
La gallega lloraba día y noche, hasta pensó mudarse de barrio pero al ver que no tenía acompañamiento de nadie accedió al casamiento.
La madrina sería la gringa y el padrino José el gallego.
Ésta vez debía ir la tana a la casa de la otra, aultimar detalles del casamiento.
Pase, pase que tengo prisa, le dijo como para que se fuera pronto.
MArieta resignada, todo fuera por su hija, se humilló y entró, se sentaron frente a frente.
Pués bien ya se salió con la suya y ahora que quiere.
Hablar sobre como iremos vestidas y otros detalles fiesta civil, etc.
Yo dijo la gallega, con un vestido, en cuanto a Usted puede ir en calzones si le gusta que a mí me importa un pito,¿sabe?
Marieta se dió cuenta que no se podía planear  y  ordenar nada con ella, entonces decidió hacer todo por su cuenta.
Al final era  su hija y le daría lo mejor.
Bueno Pilar despreocupese porqué yo me encargaré de todo, solo le pido que su marido  vaya de padrino, es decir perfectamente presentable.
Es cosa de él, comentó la gallega cerrándole la puerta en la nariz.
          
                                                             LA BODA
El civil fué sencillo y sin fiesta, no estaban los ánimos ni el bolsillo para tanto.
Se casaron alas 21 hs en la parroquia del barrio.
Anneta, parecía una flor, su vestido muy sencillo de seda blanca, una corona de pimpollos de rosas  y en la mano  el rosarito de nácar de su primera comunión.
Marieta alquiló un traje negro y cubrió su cabeza, con una mantilla de encaje, cartera y guantes.
El novio, de azul oscuro flor en la solapa estaba guapísimo.
Luego del casamiento por la Iglesia, pasaron al salón del club del barrio.
No quedó un vecino incluso el Cura, sin invitar.
Don  José puso mucho dinero para la fiesta, él estaba contento porque su hijo se casó con una buena muchacha.
De pronto ya cuando los novios estaban a punto de salir para su luna de miel, La Pilarica se puso de pie y avanzó hacia la gringa, que pálida y muda la esperaba creyendo que habría bronca y todos los sacrificios por la borda, se enderezó dura como una estaca, y se paró de golpe.
Entonces dijo, la gallega a grito pelado, abrazando a la gringa: Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley de Dios.
Todos prorrumpieron en una salva de aplausos y lágrimas de alegría; comenzaba la paz para el barrio.
El policía de esa seccional, que también estaba invitado con su familia, hizo este comentario: Por suerte me salvé de hacer un sumario por gresca, gracias a los vecinos del barrio.-

                                                           FIN

                                                                                        Norma Angela Michelli