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martes, 29 de noviembre de 2011

Una boda india




Éste cuento fué escrito tomando datos de diferentes elementos históricos, como una base en si, pido mil perdones por mis errores históricos

Esta boda fué el resultado de un desacuerdo establecido entre Portugueses y Argentinos.
Digo así, porque ustedes se estarán preguntando que tendrán que ver los indios con  los problemas de ambos países.
En el año 1825 el gbernador Juan Gregorio de las Heras, se entera que los Portugueses, pensaban apoderarse Patagonia y Bahía Blanca para ello trataban por todos los medios de atraer la indiada hacia su costal, poniéndolos en contra
Decide ponerse en contacto con Manuel J García para que en su carácter de Ministro hiciese una entrevista con Don Juan Manuel De Rosas quién debía servir  de mediador  entre los indios.
García acude a la entrevista
Señor Rosas,creo que ya está enterado del motivo de mi visita
Algo se pero no se me ha informado detalladamente el caso.
Entonces le serviré de informante ¿de acuerdo?
Soy todo oídos
Gracias
Comenzaré por decirle que nuestro vecino Brasil tiene como objetivo, bloquear la costa y echarnos  por así decirlo los indios encima
Creo que entiendo, diría que el objetivo es triple.
¿Como es eso?
¡Si triple! es muy fácil darse cuenta.
El tercer objetivo es hacer que el gobierno gaste tropas y recursos
¡ Tiene Usted razón !
Bueno
Cumpliré la orden, trataré de impedirlo
Pero mire Señor Rosas que es una misión urgente
No se preocupe así lo haré
Gracias, entonces ya está todo dicho, cualquier necesidad de su parte solo tiene que comunicárnoslo
Me retiraré buenas nches
Buenas noches Señor Ministro

Cuando Rosas llegó tuvo conocimiento que cuatro Oficiales Brasileros, ya estaban en tierras porteñas
Se abocó entonces a parlamentar con los indios en Tandil.
Estaban presentes los Caciques Pampas, Tehuelches y Ranqueles.
Como chañil, Cachuel y Chilincol, no se presentaron, decidió visitarlos en sus tolderías.
La entrevista fué primero con el Cacique Neukapén, allí conoció a la hija del indio Nakané.

El comandante Luis Molina que le acompañaba, quedó prendado de la joven india, alta esbelta piel terracota, rostro brillante, ojillos negros rasgados nariz ancha y labios carnosos prominente.
Siempre andaba descalza con un cascabel atado al tobillo de una pierna, lucía los adornos, que le obsequiaba su amigo de la infancia, el indio chulké, que muy enamorado de ella no veía con buenos ojos al comandante.
Los fabricaba el mismo con cuanta semilla encontraba, que luego pintaba a gusto,convinando los colores.
El Comandante se casó con ella no porque la amara sino porqué la había dejado embarazada y si no cumplía traería graves consecuencias al país ya en conflicto con los ídigenas.
Para entonces la epidemia de viruela hacía estragos, entre los aborígenes, razón por la cual Molina retiró a su mujer del campamento y se la llevó consigo a la ciudad.
Los representantes de Rosas eran nativos.
había mujeres entre las que se contaba Nakané.
Con el abal de su persona logró en el parlamento que se fijara  la línea de fronteras y la paz entre todos.
Logró con una especie devacuna contra la viruela, salvándose muchos pero no todos como se hubiera deseado.
Hizo quemar las tolderías procurándoles viviendas nuevas.
Para entonces, solo con el Cacique Neukapén formalizó  la boda de Nakané con el comandante.
 Señor Comandante: le espera Don Juan Manuel de Rosas en su hogar ésta tarde cuestión de seis horas.
¡Pase Molina tome Usted tome asiento me urge hablarle.
Diga nomás Excelentísimo Señor, lo escucho.
Me he tomado la libertad de concertar su boda con la hija del Cacique Neukapén
¡Pero Señor! porque he de pagar yo los problemas a nivel gobierno, ¡busque a otro!
Sencillamente amigo porque hay mucha esfervecencia entre la indiada, por culpa suya.
¡por culpa mía! que les puedo haber hecho yo!
No se haga el tonto, lo sabe bien, o acaso no enamoró a la hija del Cacique Neukapén.
Si no lo niego, pero fué una aventura sin trascendencia, ya terminó.
¡Para Usted terminó!
Pero no para ellos, recién comienza la historia; Nakané espera un hijo suyo, la situación a nivel gobierno- como dice Usted- puede empeorar, además puede no favorecer nuestros planes, le doy dos días para asumir su responsabilidad, caso contrario será fusilado por desacato.
Los indios colocados en círculos con sus atuendos festivos, eran precedidos, por el gran médico: el brujo de la tribu.
Neukapén, su mujer y sus dos hijos varones, kopil y Calakú, esperan la pareja nupcial, los únicos invitados blancos era el matrimonio Rosas.

De pronto aparece  Luis Molina y su novia Nakaré.
Ella vestida con un sayal blanco, un collar de cuentas de colores y una corona de flores tambíen blancas naturales, sujeta a su cabeza.
Viéndola, desde el punto de vista de su costumbre índigena: Nakaré ¡ diríase! estaba linda.
Se celebraron las bodas, con una ceremonia un tanto original luego se sirvió el festín.
Grandes fuentes iban y venían con carnes de animales y aves, frutas, semillas, panes, y otras especialidades indias,corría desde la chicha, la aloja bebidas fermentadas y vinos.
De pronto un grupo de aborígenes envueltos en un tapa rabos solamente iniciaron una danza morvosa.
Que solo bailan en circunstancias claves.
Nakaré tomó a Luis de la mano y lo llevó al centro del círculo.
Comenzó así el ritual que consagra a la pareja, marido y mjer, con ademanes, movimientos, y gestos que no llegan a la culminación del acto sexual.
Así se llevaron a cabo las verdaderas bodas indias.


Una vez realizadas y teniendo conforme a los indios, Rosas, regresa para organizar la defensa, ésto lo pudo lograr debido al fracaso Brasilero, y de un entendimiento con los nativos.
Además durante todo el movimiento, ninguno cruzó la frontera.
El Comandante Molina, después de su triunfo, tuvo el tiempo suficiente para analizar su conducta,y su futuro.
¡Casado con una india! comenzó a entrar en disconformidad y planear una huída a un país extranjero.
Influencias no le faltaban.
Un hijo indio mestizo, ¡no podía concebirlo!,la situación había vuelto a la normalidad ya nada lo detendría.
¡ quién podía garantizarle, que ese hijo era suyo y no de algún otro indio!, ni el mismo Rosas. podía.
Había sacrificado su vida y sus sentimientos, al extremo de casarse con una mujer nativa, además para él la ceremonia indígena, no existía de manera que era libre.
Meses más tarde y ya teniendo todo listo para viajar, el niño comienza a anunciar su integración al mundo desde el vientre de su madre.
Le ayudaré a tener el niño, le dejaré dinero y luego me iré, decía.
Pero Dios, la vida, la sangre, los sentimientos, el corazón, la conciencia o su dignidad de hombre de bien nacido, vaya a saber que ¡ lo detuvieron! lo hicieron recapacitar, entender y sobre todo ¡amar!.
¡ Alzó al niño en sus brazos y una oleada de ternura  lo envolvió y apretándolo contra su pecho, dijo
zollozando, ¡ hijo mío! ¡ que iba a hacer! ¡abandonarte! ¡ perdón! perdón a los dos.
Juro ante el señor mi Dios, que te amaré, te cuidaré, te educaré.
Mañana tal vez, no lo sé, serás un gran hombre de bien , o un valiente guerrero Pampa.


                                                        Norma angela michelli cecchin.

Datos obtenidos: Vida de Don Juan Manuel de Rosas.
Autor: Manuel Gálvez.
Nueva Histora Argentina, : Autor,Gustavo Gabriel Levene.
Comentario del diario: Mayoría, con motivo de la traída de los restos de Rosas al País.
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