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lunes, 20 de junio de 2011

LA CASA DE LAS TERTULIAS - SALTA 1820 -



Entre una cincuentena de casas diseminadas en diferentes barrios,  se destaca la residencial vivienda en el circuito de Moyoroto, llamado asì por atravesarlo el rìo del mismo nombre.
Allì vive Doña Sustanciosa Ilguero, mujer madura, coqueta y de gustos refinados, amiga de la tertulias, cenas, bailes y cuanto festìn pudiera celebrar, los que indefectiblemente teminaban en su alcoba.
Amante del Coronel Pablo Sotomayor desde hacia ya varios años, valìase de esta relaciòn con el fin de gozar la amistad de muchos hombres, maduros y no maduros.


Era Tucumana radicada en Salta, ciudad muy bien ubicada desde su nacimiento, por que se eligiò el lugar mas estratègico para ello. Se determinò con mucho acierto, la mejor zona para la iglesia y la plaza pùblica. De su bien concienzuda distribuciòn emergiò luego una ciudad muy requerida, ya que contaba con  mayor nùmero de casas de dos plantas, que la propia Buenos Ayres la que hasta entonces tenìa una veintena.


En Salta todas se parecìan, pero la de Doña Sustanciosa, era la mejor y la màs destacada. Su arquitectura al estilo Romano con una escalera de madera tallada que conducìa a la planta alta. Todas las puertas y ventanas del interior miraban al patio, pero lo que màs se distiguìa era su privacidad. Un pasillo en el primer patio conducìa al segundo, donde vivìa la servidumbre. Este tenìa salida a la calle para el servicio y los carruajes. Un par de enormes rejas y una fuerte puerta de hierro maciso, le daban un cierto aire andaluz al lugar. No faltaba en el patio, la fuente rodeada de jardines.


Esta dama solterona, tenìa solo un familiar en Tucumàn. Una hermana soltera tambièn , con una hija llamada Manuela Monica, hija de un distinguido general. Don joaquìn del Corazòn de Jesùs.


Dolores Ilguero y Don Joaquìn que vivieron el amor sin llegar al matrimonio, tuvieron èsta hija a la que el padre,  sòlo conociò antes de morir para testamentar por ella.








Corrìa el año 1820.
Muerta su hermana, decide recoger a la muchacha, su ùnica sobrina y familiar.
Manda por ella. Manuela, abandona Tucumàn y decide trasladarse a Salta.
Vende todas sus pertenencias heredadas para juntar el dinero necesario y se encamina rumbo a su nueva vida.


Una mañana de julio, arriba a la Posta de Salta.
Habìa anunciado su llegada para el mediodìa, sin calcular que serìa un viaje ràpido y directo, de manera que su tìa no la esperaba a esa hora.
Con la direcciòn en manos, se lanza en bùsqueda de la casa. Cansada por el viaje y la caminata, detiene un coche y se deja conducir hasta el domicilio indicado.
Por el movimiento de la calle, podìa calcular, serìan las ocho de la mañana y hacìa algo de frìo.
Pagando al cochero desciende ansiosa y llena de espectativas.
-Allì està!...La màs suntuosa residencia del barrio!
Golpea la puerta de reja con insistencia....
El murmullo del agua al caer de la fuente en chorrillos, la hicieron permanecer embelesada unos minutos.
Que bien voy a vivir! - pensò satisfecha.


La primera puerta  de madera de talla, se abriò para dar paso a una negra gorda vestida de blanco, que parecìa màs bien, una gran torta de bodas de pura crema.
Al acercarse a ella para abrir la reja, pudo apreciar, las bondades y el amor en ese rostro redondo y lustroso. La negra, la mirò largo rato indecisa y dijo: -La niña Monica?
-Si, soy yo... no me esperaban?
-Si... si, señorita!!. pase...pase!!..La señora se està vistiendo para ir en su bùsqueda... se debe haber confundido con los horarios. No la esperaba hasta el mediodìa...
-Eso parecìa. El viaje fuè màs ràpido de lo esperado.
-Mejor... mejor niñita. Le avisare a Doñita. Ya vuelvo. Quede usted en su nueva casa.-dijo sonriendo.
Manuela se sentò mirando largo rato a su alrededor.


Era viernes. La sala estaba, por lo que se podìa apreciar, acondicionada para una fiesta. Esperò que, Lisandra la negra, regresara y preguntò.
-Estan de festejo?.
-Si amita...es por usted!!!...mañana celebran su llegada!!. Dejò algùn pretendiente en Tucumàn?
-Noo...ni amigos siquiera..-se lamentò-
-Aquì de seguro los tendrà!!...La señora los tiene y muchos y de todas las edades!!. Como no va encontrar alguno usted?
Manuela riò divertida por la ocurrencia de la negra.


Noche de fiesta!. La sala iluminada de punta a punta, mesas contra la pared cargadas de exquisiteses.
Mucha gente linda, jòvenes y menos jòvenes, viejos y menos viejos.


La dueña de casa, vestida  de rojo brillante, acompañada por su coronel, se acerca a su sobrina y le preguntò al oìdo: - A quièn deseas conocer?. A un jovèn o a un caballero maduro?. A un civil o militar?.
-Me gustan los coroneles, tìa.
-Ah...bueno...te presentarè a un general madurito..
Pronto regresò trayendo de su mano a un hombre no muy alto, vestido de gala, elegante y apuesto, entrado en años , con sus sienes canas.
- Esta es mi sobrina....Manuela.
-Que placer señorita!...
La saludò a tiempo que buscaba su manoenfundada en mitones de encaje.
Pronto se iniciò entre ellos una fuerte amistad en camino al romance.






Se hablaba de bodas, pero èsta nunca llegò. Doña Sustanciosa sabìa lo de su hermana, pero no conocìa al amante, ni sabìa quien era el padre de la niña. Nunca se llevaron muy bien entre las dos, de manera que vivian algo distanciadas.
Joaquìn, cansado de su amante, la abandonò ignorante de su embarazo.
La niña conocìa por boca de su madre, todo lo acontecido, pero èsta se cuidò de decirle quien era su padre.
Un amigo de la familia Ilguero, que conocìa todo lo relativo a Dolores, por que recidìa en Tucumàn, enterado del noviazgo y la supuesta boda, viajò a Salta para entrevistarse con Sustanciosa y ponerla en antecedente de todo.


Manuela llorò mucho ante el fracaso, un llanto amargo y doloroso, como una espesa cortina de infelicidad, no le dejaba ver la realidad, ni la alegrìa, de haber encontrado por fin a su padre. Era demasiado jòven aùn y tenìa mucho tiempo por delante. Ya vendrìa su verdadero destino.


Nunca se separaron. Se dice que antes de morir, Joaquìn del Corazòn de Jesùs la heredò con una fortuna bastante apreciable, que  disfrutaron largo tiempo con su tìa Sustanciosa. Nunca se casò y al morir la tìa heredò lo suyo.


                                                                                                            NORMA ANGELA MICHELLI





1 comentario:

Anónimo dijo...

LINDA HISTORIA Y LA SITUACIÓN MUY DE LA ÉPOCA YO LE DOY 10 PUNTOS