Era la mejor casa del barrio, habíanse sacado la loteria de navidad y se pararon para todo el viaje.
Auto, camioneta muebles nuevos.
La Nena comenzó a estudiar el piano y papá que antes traía un magro salario a la casa, ahora le compró un hermoso piano.
El Nene, luciendo su 4x4 daba vueltas el barrio encandilando a las chicas vecinas, pero nada más que eso porque el quería lucir su camioneta, y el más chico una moto carísima para hacer picadas.
Luciano, era dependiente de un supermercado y le gustaba la Nena, cada vez que iba de compras, lo elegía a él para que le llevara la mercadería a su casa de paso le daba unas monedas.
Comenzó a festejarlo por capricho nada más, pero cuando el asunto se puso serio: le dijo a boca de jarro "Con voz me moriré de hambre ratón."
Comenzó a pasar el tiempo y la Nena se casó y se fué del barrio, así el varón y el más chico se fueron a estudiar a la Capital Federal.
Los viejos solos levantaron todo, vendieron la casa y se fueron tras el hijo menor.
Luciano se sintió como solo, pobre y humillado, ni siquiera lo despidió, se fueron ignorando los vecinos tal cual vinieron.
Como no podía vivir añorándola y pensando en ella, eligió una muchacha vecina muy buena y hacendosa y se casó con ella, formó así una numerosa família.
Pasaron muchos años y la suerte lo tocó con su barita mágica y llegó a tener una distribuidora bién surtida, había lo que buscabas y lo que no tambíen.
Ya no era empleado, era dueño y tenía su despacho muy bién instalado con escritorio, televisor, computadora y toda la tecnología necesaria para manejar bién el servicio del local.
Una mañana entró una mujer con una jovencita, dió vuelta por todos los estantes hasta que se dió cuenta que nadie la miraba y levantó como la luz de un rayo un paquete de galletas, lo escondió en el bolso y se dirigió a la puerta de salida.
Un agente del local especializado en robos la vió en toda la escena, por eso al llegar a la puerta la detuvo no valió el llanto de la jovencita ni la negatividad de la madre.
Total que la llevó hasta la dirección.
¿Pasa algo? dijo Luciano al agente.
Esta mujer a robado mercadería ¿Cuánta? preguntó el patrón.
Un pack de galletas triples.
Ambos se miraron y ella desesperada de la humillación, quizo contarle el fracaso de su vida.
Pero el silenció su boca y le dijo al empleado: Que la proveyera de todo lo necesario, no va a pagar en la caja ¿Me entiende?
Sí señor le entiendo, dijo mirándole con curiosidad, cuando la mujer se fué agradeciendo hasta las lágrimas, el le dijo al agente "Aprenda agente porque esto se cumple generalmente en esta vida."
Hoy por tí mañana por mí.
¡Esa mujer fué mi novia y me dejó por ratón!
Norma Angela Michelli Cecchin.